Gobierno federal pide más información sobre masiva muerte de ancianos por coronavirus en Nueva York, pero Cuomo y su fiscal evaden
El gobernador ha culpado también a la prensa y los congresistas Republicanos
Desde Washington DC, el Departamento de Justicia (DOJ) está solicitando más datos sobre el número total de residentes, empleados y visitantes de hogares de ancianos que murieron por el coronavirus en Nueva York.
La división civil del DOJ solicitó ayer a los funcionarios estatales datos sobre los decesos vinculados a miles de hogares de ancianos públicos y privados en Nueva York, en medio de un escándalo que salpica al gobernador Andrew Cuomo.
En su defensa, horas antes la oficina de la procuradora general estatal, Letitia James, afirmó que el gobierno de Cuomo no está obstaculizando ilegalmente la divulgación de esa información.
La fiscal general se desempeña como abogado de las agencias estatales cuando son demandadas, y en este caso James está defendiendo al Departamento de Salud de NY en una demanda presentada por el “Empire Center for Public Policy” sobre el número de residentes de hogares de ancianos que murieron después de ser transportados a hospitales, reportó New York Post.
En paralelo, a fines de agosto el DOJ ya había enviado una misiva de Washington DC a Albany (NY) solicitando detalles sobre la polémica orden de Cuomo que habría causado miles de muertes en hogares de ancianos durante la pandemia.
Entre otros detalles, esa primera carta solicitó precisar la cantidad de residentes, empleados, otro personal, invitados y visitantes de ancianatos públicos que contrajeron COVID-19, independientemente de dónde se infectaron.
Según el Departamento de Salud de NY, hubo 6,720 muertes por el virus respiratorio en hogares de ancianos e instalaciones para el cuidado de adultos. Pero un análisis de Associated Press en agosto sugirió que la cifra podría rondar los 11 mil fallecidos.
La orden de Cuomo del 25 de marzo obligó a los hogares de ancianos a recibir pacientes de COVID-19 al comienzo del brote del virus.
A principios de octubre, Cuomo reconoció en una conferencia de prensa que, en retrospectiva, su administración podría haber hecho mejor para proteger a las personas. “Pero, ¿alguien puede decir que ante un virus que se dirige a los débiles y los ancianos, podemos mantenerlos a salvo? Nadie puede decir eso”, comentó, citado por New York Post.
En el pasado Cuomo también ha culpado a la prensa y los congresistas Republicanos de acusarlo sobre el escándalo de la muerte masiva de ancianos durante la pandemia en su estado.
El libro “American Crisis: Leadership Lessons from the COVID-19 Pandemic”, publicado el pasado 13 de octubre, fue descrito en su comunicado de prensa como un “retrato notable del liderazgo durante la crisis y una historia descarnada de decisiones desgarradoras que señalan el camino hacia un futuro más seguro para todos nosotros”.
Muchos han criticado el lanzamiento del libro, llamándolo desconsiderado, presumido y apresurado, mientras la pandemia sigue causando estragos.
En julio, el senador Rand Paul (R-Kentucky) solicitó destituir a Cuomo al responsabilizarlo por el alarmante número de decesos en hogares de ancianos de Nueva York durante el brote de coronavirus esta primavera.
Previamente, en junio Cuomo rechazó una solicitud de legisladores Republicanos del Congreso Nacional para proporcionar documentos y una sesión informativa sobre el manejo de la crisis COVID-19 en ancianatos del estado, alegando que era una retaliación política por ser gobernador del partido Demócrata.
Huge cover up. https://t.co/bXESzcCvWV
— Zalmi Berger (@zalmib) October 25, 2020