Exvoluntario de la campaña de Hillary vota y revive el trauma sufrido hace cuatro años
“La reacción emotiva que tuve (al votar) al sentir que esto puede terminar pronto, fue tan fuerte que casi me puse a llorar”
Hace exactamente cuatro años, el 3 noviembre del 2016, El Diario publicó una historia sobre los fervientes voluntarios hispanos que entregaron cuerpo y alma para ayudar a Hillary Clinton a convertirse en la primera mujer presidente de este país. Uno de ellos fue el puertorriqueño Frankie Crescioni, quien trabajó incansablemente haciendo llamadas y golpeando puertas para evitar que Donald Trump llegara a la presidencia… pero el final de esa historia ya lo conocemos.
La derrota de Hillary fue una inesperada sorpresa para todo el país, y el mundo, pero para estos voluntarios que asumieron su rol como un asunto personal, fue un shock que les provocó emociones muy fuertes, y que para algunos de ellos han persistido hasta el día de hoy.
“Me sorprendió lo muy emotivo que me sentí al momento de llevar mi boleta, y eso no me lo esperaba”, dijo Frankie, agregando que como esta vez se había mantenido alejado de la campaña “pensaba que no iba a sentir una emoción tan grande. Y no fue así, porque la verdad es que para mí estos cuatro años han sido cuatro largos años de trauma”.
Y al tratar de explicar exactamente lo que sintió al sufragar, el boricua dijo: “El votar hoy fue como llegar al punto de poner fin a este trauma, y la reacción emotiva que tuve al sentir que esto pueda terminar pronto fue tan fuerte que casi me puse a llorar, lo que me tomó por sorpresa y me tuve que aguantar un poco para no derramar lágrimas”.
Frankie, quien es padre de una niña, contó que sus intenciones siempre fueron votar este día de las elecciones generales y no por adelantado, por el gran significado histórico que para él tiene esta ‘cita democrática’. Y como miles de neoyorquinos, salió temprano a ejercer su derecho.
“Quise madrugar porque con todas las historias de las grandes esperas durante la votación temprana no me quería arriesgar. Pero la verdad es que todo se movió muy rápido y todo lo pude completar en 15 minutos”, contó el profesional que trabaja en la Universidad de Nueva York (NYU), asegurando que desde las 7:15 a.m. empezó hacer una fila en el centro de votación que le correspondía en su vecindario en el Alto de Manhattan, la cual se movió sin inconvenientes.
A diferencia de hace cuatro años, Frankie decidió no participar activamente en esta campaña demócrata, aunque estuvo siguiendo muy de cerca todas las incidencias de las elecciones, en parte porque su entusiasmo por la candidatura de Biden es menor al fervor que sentía por Hillary. “Hace cuatro años no se trataba solo de mi apoyo al partido, sino de mi compromiso con ella que yo pensaba que era el candidato más acertado. Y aunque el nivel de entusiasmo que tengo no es el mismo, estoy optimista de que los demócratas ganaremos este año y terminaremos con Trump. Más que un apoyo a Biden, lo que me motiva es el deseo desesperado de sacar a Trump del poder”.
El votante dijo para finalizar, que tenía esperanzas de que la larga “espera agonizante de cuatro años” llegaría a su fin con un resultado favorable a los demócratas, y sobre todo esperaba que no se registrara otra sorpresa traumática como ocurrió en las elecciones anteriores. “Y aunque pienso así, lo que si te puedo asegurar es que hoy estoy tratando de mantener mis expectativas más realistas, porque sé que Trump tiene un gran apoyo de sus leales partidarios y el resultado puede ser el mismo de hace cuatro años”.