Semana 37 de la pandemia, un millón más de solicitudes de colecta

La semana que acabó el 28 de noviembre los estadounidenses no solo cambiaron sus planes para rebajar las celebraciones de Acción de Gracias por la pandemia sino que además, por esta misma causa, un total de un millón de ellos solicitó por primera vez la ayuda del seguro de desempleo o colecta.

Esa es la cuenta del Departamento de Trabajo, que lleva 37 semanas presentando unas cifras sin precedentes de ayudas a los desempleados. En el caso de esta semana, las solicitudes regulares, fueron de 712,000, unas 75,000 menos que la semana anterior.

A ello hay que añadir 289,000 más de personas que normalmente no tendrían derecho a este beneficio pero lo cobran como parte de las medidas excepcionales durante la pandemia. La Pandemic Unemployment Assistance (PUA) pueden solicitarlas los freelancers, contratistas independientes y trabajadores de la economía gig.

Son cifras que vuelven a retroceder con respecto a las dos semanas precedentes y que llegan en un momento muy tenso con respecto a una pandemia que está en su peor momento en el país.

Más de 200,000 personas fueron diagnosticadas el miércoles de esta semana y más de 2,750 fallecieron. Se espera un mayor índice de contagios en los próximos días debido a que no todo el mundo observó las medidas de seguridad durante Acción de Gracias.

La mayoría de los estados proveen 26 semanas (unos seis meses) que ahora han llegado o están llegando a su fin en muchos hogares. En esta crisis la misma legislación que creó el PUA — el CARES Act– ha creado el PUAC que permite otras 13 semanas más de ayudas en caso de falta de trabajo.

Vencimiento de ayudas

Por estos dos programas tienen fecha de caducidad y esta llega el 26 de diciembre. Alrededor de 13.4 millones de personas podrían quedarse sin ningún tipo de ayuda, por pequeña que esta es, el día después de la Navidad. Desde finales de julio la colecta no incluye los $600 adicionales con los que se ayudaba a unos trabajadores que han perdido su empleo por falta de actividad económica.

Todas las esperanzas están ahora puestas en que esto no suceda y por eso es algo que está en la mano del Senado, donde se han retomado las negociaciones bipartidistas alrededor de un paquete de ayuda de transición, con ayudas al desempleo pero sin cheques de ayuda directa. Todo ello para evitar el agravamiento de la ya dramática situación económica.

Los demócratas, incluidos sus líderes, Nancy Pelosi y Chuck Schumer,  consideran el paquete insuficiente pero están dispuestos a aceptarlo como transición a una política más ambiciosa a partir del año que viene con la nueva Administración al frente de la Casa Blanca.

En el campo republicano, Mitch McConnell, el líder republicano en esta cámara primero calificó a este esfuerzo por cuadrar un paquete de medidas como una pérdida de tiempo inicialmente aunque el jueves se mostró más abierto a darle una oportunidad.

Licencia por enfermedad

Además de la colecta millones de trabajadores, casi la mitad de la fuerza laboral, podrían perder además el derecho a una licencia federal de enfermedad o familiar a finales de diciembre.

Este permiso, creado en marzo, permite que los trabajadores puedan cobrar el salario íntegro durante dos semanas por motivos de salud o familiares relacionadas con la COVID, o 12 semanas por dos tercios del cheque.

De la misma manera que en marzo fue bienvenido, su fin en diciembre llega en un momento particularmente malo dada las elevadas cifras de contagios de la COVID. La situación que van a tener muchas personas delante de sí es cuidar a sus familiares y a uno mismo, o ir a trabajar con los peligros que además eso entraña en una enfermedad tan contagiosa como esta.

EE UU es uno de las pocas economías desarrolladas que no tiene un mandato federal en estos casos, ya haya una pandemia o no. Quienes tienen licencia– pandemia mundial o no–, normalmente es porque lo tienen  negociado en su contrato individual o el negociado colectivamente por un sindicato.