Contar las calorías no es tan importante para bajar de peso, la calidad de los alimentos sí
Hoy en día seguir una alimentación natural, integral y libre de procesados, es mucho más importante que obsesionarse con contar calorías
Durante muchos años hemos estado acostumbrados a relacionar el conteo de calorías como un aspecto indispensable para medir el progreso en la pérdida de peso. Lo cierto es que actualmente se ha puesto muy en duda si es una buena estrategia de adelgazamiento, algunos insisten en que contar calorías es útil porque creen que perder peso se reduce al concepto de calorías que entran versus calorías que salen. Otros creen que el conteo de calorías está desactualizado, no funciona y de hecho creen que a menudo termina siendo más contraproducente; las personas suelen obsesionarse con el tema y eventualmente terminar padeciendo el famoso y temido efecto rebote.
Primero lo primero ¿Qué es una caloría? Una caloría se define como la cantidad de energía térmica necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua en 1 ° C. Las calorías se utilizan normalmente para describir la cantidad de energía que el cuerpo obtiene de lo que comemos y bebemos. También se pueden usar para establecer la cantidad de energía que el cuerpo necesita para realizar tareas físicas que incluyen: la respiración, el pensamiento y el mantenimiento de los latidos del corazón.
Si bien las calorías son indispensables para el funcionamiento del organismo. Llama de manera especial la atención que durante la digestión, el cuerpo descompone los alimentos que ingiere en unidades más pequeñas. Estas subunidades pueden usarse para construir tejidos y para proporcionar al cuerpo la energía que necesita para satisfacer sus necesidades inmediatas. Posteriormente el organismo utilizará la mayoría de las calorías para realizar funciones básicas, como proporcionar energía para el óptimo funcionamiento de los órganos más importantes: cerebro, riñones, pulmones y corazón.
¿Por qué son tan relevantes las calorías en la pérdida de peso?
Ahora bien, una vez que se satisfacen las necesidades energéticas inmediatas del cuerpo, cualquier exceso de energía se almacena para uso futuro. De tal manera que una parte se almacena como glucógeno en los músculos, pero la mayoría termina almacenándose como grasa. Es por ello que la fórmula es clara: si consumes más calorías de las que el cuerpo necesita, aumentarás de peso y también en porcentaje de grasa. Por otra parte, cuando las calorías que obtenemos a través de la dieta son insuficientes para cubrir las necesidades inmediatas, el cuerpo se verá obligado a recurrir a las reservas de energía para compensar. Y este es el proceso contrario que hace que perdamos peso y sobre todo grasa corporal, de este sustento científico es de donde parte la idea en la que se han basado diversas pautas alimenticias basadas exclusivamente en “el conteo de calorías”.
¿Qué dice la ciencia?
Un reciente estudio ha llegado a quitarnos una venda de los ojos y comprueba que las cantidades de calorías no importan tanto como la calidad de los alimentos, lo cual de cierta manera hace sentido con la actual tendencia de nutrición basada en el consumo de super-alimentos. No solo como un aspecto clave en la pérdida de peso, también como una poderosa herramienta en la prevención de enfermedades.
En el transcurso de un año, más de 600 personas participaron en un ensayo para el estudio publicado en JAMA. Para garantizar que se tuvieran en cuenta las diferencias genéticas, los sujetos se dividieron al azar en dos grupos de dietas: bajas en carbohidratos y bajas en grasas.Lo interesante de dicho estudio es que ambos grupos asistieron a clases con dietistas y se les enseñó cómo cocinar en casa y los beneficios sobre el consumo de alimentos integrales (también conocidos como alimentos vegetales que no están procesados ni refinados). A los participantes no se les dio ningún requisito de calorías ni restricciones; en su lugar se les enseñó a cocinar con alimentos integrales, con énfasis en alimentos no procesados y densos en nutrientes como verduras, arroz integral, lentejas, carnes magras , salmón, aguacates y más. Como parte de este cambio en la dieta, también se les indicó que evitarán el consumo de azúcares añadidos, cereales refinados y alimentos procesados. Las personas que redujeron la ingesta de estos nocivos alimentos, que de hecho son altamente calóricos y nulos en nutrientes, y los reemplazaron con muchas verduras y alimentos integrales, sin contar las calorías ni limitar el tamaño de las porciones, perdieron mucho peso en el transcurso de un año.
Además, el estudio encontró otras revelaciones muy interesantes acerca del poder de la alimentación y los beneficios de seguir una dieta equilibrada natural, el hecho de simplemente reducir los carbohidratos, las grasas y las calorías no tenía realmente un impacto en la pérdida de peso, mientras que cambiar la calidad de una dieta es fundamental para el éxito.
Podemos concluir que hoy en día contamos con valiosas herramientas para alimentarnos diferente y con ello ganar salud, prevenir enfermedades y gozar de un peso saludable. También los investigadores de dicho estudio enfatizan en que lo más importante es tener sentido común: comer 100 calorías de dulces y azúcar tiene que ser menos beneficioso para el cuerpo que comer 100 calorías de verduras. Finalmente todo está en la conciencia y el interés por crear un estilo de vida más saludable, es la llave para vivir por más tiempo y mejor.