Exgobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, compra casa por $1.2 millones e invierte en tratamiento contra coronavirus
El exfuncionario del Partido Nuevo Progresista tuvo que renunciar en julio del año pasado en medio de protestas masivas contra su Administración
Tras más de un año de haber dejado La Fortaleza, el exgobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, reconoció que renunciar a la gobernación fue un proceso “doloroso”, pero ahora celebra que su vida comienza a tomar otro giro y busca reivindicarse ante el pueblo.
En una entrevista con el diario The New York Times, el científico reveló que comenzó a trabajar como consultor para la empresa de servicios en la nube My Business Matches y está invirtiendo en una compañía china para desarrollar un tratamiento para el COVID-19, mientras que el mes pasado se compró una casa a las afueras de Washington D.C. por $1.2 millones tras vivir por un año entre apartamentos y alquileres de la aplicación Airbnb.
Como mandatario de la isla, el exprofesor devengaba $70,000 anuales.
La empresa para que la trabaja tiene sede en San Antonio, Texas. Según la Oficina del Contralor, la compañía tuvo dos contratos durante 2015 y 2018, respectivamente, con la Compañía de Comercio y Exportación de Puerto Rico.
El pueblo lo obligó a renunciar
Rosselló renunció en medio de las protestas en su contra luego publicarse las 889 páginas del polémico chat de Telegram entre él y 11 allegados. En esta plataforma de mensajería, escribían comentarios homofóbicos, misóginos e insultantes, discutía asuntos de política pública y partidista. También daba instrucciones para manejar las estrategias del gobierno.
Las protestas, que se extendieron por más de dos semanas, terminaron con su dimisión el 24 de julio de 2019.
“Fue doloroso perder el cargo de gobernador”, aseguró en la entrevista. “Fue doloroso porque trabajé muy duro para lograrlo y creí que estábamos haciendo cosas buenas. Pero creo que lo que ha sido realmente doloroso es esta especie de total destrucción de mi reputación”, añadió.
Reveló que supo que tenía que dejar el cargo cuando en medio de las manifestaciones tuvo un accidente contra un hoyo en la carretera junto a su familia. Indicó que su hija de dos años, Claudia Beatriz, pensó que les habían disparado.
“Era evidente que no podía protegerla”, confesó. “Ese fue el momento donde, de verdad, se hizo realidad”.
El “chat de la vergüenza”
El chat fue, para muchos, lo que acentúo la indignación contra el exmandatario, pues el cuestionado manejo del huracán María y los arrestos por corrupción de varios funcionarios de su administración llevaron al pueblo a las calles.
Rosselló, sin embargo, consideró que es su momento de “mostrar el otro lado de esa historia” y “desde mi punto de vista, todo lo que hice, lo hice por la gente de Puerto Rico”. El exgobernador busca limpiar su nombre y aceptó que para eso contrató relacionistas profesionales.
“No busco que la gente piense que, ya sabes, soy un regalo de Dios para el mundo pero tampoco espero que me vean como lo contrario”, añadió en la entrevista que fue publicada en inglés y español.
Ante eso, resaltó que tras el huracán estuvo una semana sin dormir y que salió a rescatar a personas en problemas por el fenómeno atmosférico. Eso lo llevó, según él, a sufrir de desorden de estrés postraumático durante los días subsiguientes al desastre que dejó sobre 3,000 muertos en la isla.
“Las muertes de María son un dolor terrible, terrible que siempre llevo”, indicó en la entrevista con el medio estadounidense.
Defiende su gestión
Asimismo, defendió que su administración logró importantes reformas energéticas, medidas para combatir la corrupción y un aumento al salario de los trabajadores de la construcción.
El exgobernador, que admitió que ha regresado a la normalidad lentamente, reconoció que durante su mandato hubo “fallas de criterio” y que sus mayores errores fueron, según la entrevista, “tratar de cambiar muchas cosas muy rápido, trabajar demasiado y no dormir lo suficiente”.