Amazon demandó a procuradora Letitia James de Nueva York defendiendo protocolos y despido por COVID
La minorista asegura que sus prácticas de seguridad "excedieron con creces" lo que exigía el estado
Amazon demandó ayer a la procuradora general de Nueva York, Letitia James, para evitar posibles acciones legales sobre sus protocolos de seguridad COVID-19 y el despido de un empleado que realizó una huelga la primavera pasada en Staten Island.
El gigante minorista fue atacado al comienzo de la pandemia en Nueva York cuando algunos trabajadores protestaron por las condiciones en su almacén en Staten Island, lo que provocó una investigación por parte de la oficina de James.
Chris Smalls, un asistente de administración, dijo que fue despedido después de organizar la huelga en marzo, cuando el COVID-19 comenzó a extenderse entre el personal del almacén.
En su demanda ante el tribunal federal de Brooklyn, Amazon acusó a James de sobrepasar sus límites al iniciar la investigación, que encontró que la compañía violó los requisitos de seguridad.
James calificó previamente el despido de Smalls como “vergonzoso” y dijo que su oficina estaba considerando todas las opciones legales, al tiempo que pidió a la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) que investigara el caso.
Amazon afirmó ayer en la demanda que sus prácticas de seguridad contra el coronavirus “excedieron con creces” lo que exigía el estado en ese momento, y que una inspección no anunciada el 30 de marzo, el día de la huelga, lo demostró.
En un comunicado, ayer James redobló sus afirmaciones: “A lo largo de esta pandemia, los empleados de Amazon se han visto obligados a trabajar en condiciones inseguras, mientras que la empresa y su director ejecutivo ganaron miles de millones con sus espaldas”, citó New York Post.
Más de 19 mil empleados, equivalente al 1.44% de los trabajadores de primera línea de Amazon en EE.UU., habían contraído COVID-19 hasta septiembre, dijo la compañía.
En diciembre, la NLRB determinó que Amazon despidió ilegalmente a Gerald Bryson, un empleado que alertó sobre la seguridad en el lugar de trabajo en Staten Island, al comienzo de la pandemia COVID-19.