5 formas de tomar café que afectan tu salud
Tomar el café sin filtrar y antes del desayuno, son parte de las cinco de las maneras en las que tu bebida estimulante y antioxidante podría afectar tu cuerpo
El café puede beneficiar tu salud si lo tomas con moderación. Algunos de los efectos positivos de la bebida en tu cuerpo es que actúa como estimulante, puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Entre sus componentes destacan la cafeína, polifenoles, así como diptirenos.
Hay algunas formas de beberlo que pueden afectar tus salud. Aquí 5 de ellas:
1. Tomas tu café sin filtrar
“El café sin filtrar, como los cafés de prensa francesa y turcos, contiene diterpenos, sustancias que pueden elevar el colesterol LDL malo y los triglicéridos. El café expreso contiene cantidades moderadas de diterpenos”, según comparte la Escuela de Salud Pública de Harvard.
El café filtrado y el café instantáneo casi no contienen diterpenos. Tomar de 1 a 4 tazas de café filtrado está asociado con un menor riesgo de muerte, muerte por enfermedad cardiovascular y muerte por ataques cardíacos, según la Sociedad Europea de Cardiología.
El café sin filtrar no aumenta el riesgo de muerte en comparación con la abstinencia de café, excepto en hombres de 60 años o más, donde la infusión sin filtrar estaba relacionada con una elevada mortalidad cardiovascular.
2. Agregas demasiado azúcar
Agregar azúcar a tu café lo convierte en una bebida no saludable. El azúcar añadido favorece la obesidad, la diabetes y puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
Cada cucharadita de azúcar que le agregas a tu café tiene 16 calorías. Si sueles endulzar con más de una cucharadita de azúcar y disfrutas de hasta cuatro bebidas al día, adquieres una gran cantidad de azúcar añadido al día. Sin contar que consumas otros alimentos y bebidas azucaradas, como panes y refrescos.
La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) recomienda no más de 6 cucharaditas de azúcar añadido al día (100 calorías en total) para la mayoría de las mujeres y no más de 9 cucharaditas (150 calorías al día) para la mayoría de los hombres.
3. Agregas cremas artificiales y jarabes
Muchas de las cremas para café no lácteas y bajas en grasa se procesan mucho, contienen grandes cantidades de azúcar agregada y aditivos para mejorar el sabor y la textura. Contrarrestando los beneficios que hay en un café negro sencillo.
Las pequeñas unidades de cremas líquidas que se mantienen a temperatura ambiente o en polvos, suelen usar aditivos sintéticos como conservantes.
Si estas tratando de controlar tu peso, considera que solo dos cucharadas de crema batida espesa suman 101 calorías, según datos de Mayo Clinic.
En cuanto a esas los jarabes pueden tener grandes cantidades de azúcar. Si bien los hay “sin azúcar”, suelen contener muchos aditivos.
4. Excedes el consumo
Una cantidad moderada de café se define generalmente como 3-5 tazas al día, o en promedio 400 mg de cafeína. Dosis más altas pueden tener efectos negativos como ansiedad, inquietud, insomnio y aumento de la frecuencia cardíaca.
Una taza de 8 onzas de café preparado contiene aproximadamente 95 mg de cafeína.
Harvard recomienda que las mujeres embarazadas no consuman más de 200 mg de cafeína al día (2 tazas de café). La cafeína pasa a través de la placenta al feto y se ha asociado con la pérdida del embarazo y el bajo peso al nacer.
5. Bebes café al poco tiempo de despertar
Un café negro fuerte para despertarte podría afectar el control de los niveles de azúcar en sangre. Según una investigación de la Universidad de Bath (Reino Unido) el café negro fuerte consumido antes del desayuno aumentó sustancialmente la respuesta de la glucosa en sangre al desayuno en aproximadamente un 50%.
Es importante mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de un rango seguro para reducir el riesgo de afecciones, como diabetes y enfermedades cardíacas. Los investigadores recomiendan tomar el café después del desayuno.
Por otra parte, para aprovechar mejor los efectos estimulantes del café, el psicólogo clínico Michael J. Breus, conocido como “El doctor del sueño”, recomienda esperar al menos 90 minutos después de despertarte para tomar tu primera taza de café.