¿Una copa de vino puede ayudar a combatir al Covid-19?
Un reciente estudio científico revela el poder protector de las uvas y el vino tinto, contra el virus de Covid-19
En los últimos meses mucho se ha dicho sobre los devastadores efectos del consumo excesivo de alcohol, sobre todo derivado de la crisis de salud que ha traído la pandemia por Covid-19. Sin embargo no todo es blanco y negro, finalmente sabemos que casi cualquier cosa en exceso es mala y cuando se trata de alcohol no todas las variantes son iguales. De hecho el ejemplo perfecto es el vino tinto. Lo cierto es que a lo largo de la historia, la ciencia no ha dejado de demostrarnos los beneficios medicinales que trae consigo beber una copa de vino tinto.
Entre sus principales bondades se encuentra su contenido en antioxidantes, que son típicos de los frutos de tonalidades rojas-moradas como sucede de manera particular con las uvas de vino tinto y que se clasifican como polifenoles individuales. De tal modo que se cuenta con estudios en los que se ha comprobado que estas sustancias se han relacionado con grandes beneficios, para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ende los polifenoles son una sustancias muy positiva sobre la función cardíaca, la reducción de las enfermedades cardiovasculares, la arteriosclerosis y los ataques cardíacos, y la reducción del riesgo de hipertensión y diabetes. También se ha comprobado que el vino es una bebida que promueve la longevidad.
Recientemente un nuevo estudio ha liberado un nuevo hallazgo sorprendente, que se suma a la lista de bondades que se asocian con el consumo de vino tinto. Y que fue titulado: El ácido tánico suprime el SARS-CoV-2 que causa Covid-19, dicho trabajo de investigación fue encabezado por la Universidad Médica de Taiwán y en el cual se refiere al papel que ejercen los taninos del vino que inhiben eficazmente la actividad de dos enzimas clave del virus, que luego ya no pueden entrar en el tejido celular. Los científicos involucrados aclaran que de todos los compuestos naturales que fueron analizados en el laboratorio, el ácido tánico es el más efectivo. El creador del estudio fue Mien-Chie Hung, biólogo molecular y presidente de la universidad, quien también enfatizó sobre los buenos resultados obtenidos con los tratamientos experimentales con ácido tánico en 2003 durante la pandemia del SARS.
De tal modo que este estudio es de gran ayuda para alentar a las personas a consumir alimentos y bebidas ricas en taninos, que son clave a su vez para reforzar la inmunidad. Entre los que se destacan productos como las uvas, el vino, los plátanos, el té y las verduras.
Complementario a ello se cuenta con diversos estudios que sugieren que el vino tinto en realidad puede ayudar a aumentar la inmunidad cuando se consume con moderación. Y otra vez los responsables son los polifenoles y de hecho el vino tinto es demasiado alto en estas sustancias; cuando el vino tinto entra en contacto con la piel de la uva durante el proceso de elaboración del vino, absorbe más que solo su tono oscuro, también absorbe estos compuestos orgánicos. Además aporta diferentes tipos de polifenoles, incluidos los antioxidantes como las procianidinas y el resveratrol, y cada una de estas sustancias por supuesto tiene diferentes propiedades y beneficios. De hecho el resveratrol en particular ha sido el foco de muchos estudios científicos y se ha encontrado que potencialmente estimula el sistema inmunológico, por una simple razón: potencia la capacidad del cuerpo para crear moléculas antiinflamatorias, que pueden mejorar el sistema inmunológico. La explicación más detallada con la que se cuenta es que el resveratrol ayuda a que florezcan las bacterias intestinales sanas, mientras controla los patógenos. Al activar una enzima en particular, el resveratrol estimula la producción de células T, mejorando la respuesta inmunológica del cuerpo y es por ello que el consumo moderado y ocasional de vino tinto aumenta la inmunidad y previene enfermedades. Lo cual puede hacernos más fuertes y menos propensos a contraer Covid-19.