Las sardinas son pescados repletos de nutrientes, saludables y accesibles que puedes encontrar. Es un alimento versátil y tanto enlatadas o frescas son beneficiosas para ti. Las sardinas se encuentran dentro de las mejores opciones de pescado para comer de 2 a 3 veces por semana.
Consumir sardinas dentro de una dieta saludable puede favorecer tu corazón, tu cerebro, huesos, músculos, sistema inmunológico, entre otros beneficios.
1. Fuente de omega-3
El salmón no es tu única opción rica en ácidos grasos omega-3. Las sardinas también son un pescado graso y una de las principales fuentes de omega-3.
Favorece la salud de tu corazón
Las grasas omega-3 ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. El omega-3 también reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mejoran la función de los vasos sanguíneos y en dosis más altas, reducen los triglicéridos y pueden aliviar la inflamación, que desempeña un papel en el desarrollo de la aterosclerosis, según explica la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Desarrollo fetal saludable
El omega-3 también es importante para el desarrollo saludable del cerebro y el sistema nervioso del feto. Por lo que son una buena adición a la dieta de mujeres embarazadas.
2. Bajos niveles de mercurio
Los niveles de mercurio en pescados y mariscos suelen preocupar a las personas. Las sardinas encabezan la lista de pescados más seguros para comer que recomienda la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Estos pescados tienen muy poco mercurio.
3. Proteína de alta calidad
Las sardinas son una buena fuente de proteína completa con todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede producir y que deben obtenerse de la dieta.
La proteína es esencial para el crecimiento, la fuerza y la reparación de los músculos. Es un nutriente importante para todo tu cuerpo. Si no comes suficientes proteínas tu sistema inmunológico puede debilitarse.
Una ración de 82 g de sardinas enlatadas puede ofrecerte 18 g de proteínas de acuerdo a la Federación Española de la Nutrición.
4. Ricas en vitamina B12
Las sardinas son ricas en vitamina B12, un nutriente que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. La deficiencia de vitamina B12 causa cansancio, debilidad, constipación, pérdida del apetito, pérdida de peso, anemia megaloblástica y también puede deprimirte.
5. Aportan calcio
Las sardinas en lata son una excelente fuente de calcio. Tres onzas de sardinas enlatadas en aceite con espinas te proporcionan 325 mg de calcio, el 25% del valor diario recomendado. Los huesos de las sardinas son completamente comestibles.
El cuerpo necesita el calcio para mantener los huesos fuertes, también para que los músculos se muevan y los nervios transmitan mensajes del cerebro a distintas partes del cuerpo, según explica la Oficina de Suplementos Dietéticos de los NIH.
6. Fuente de vitamina D
Son pocos los alimentos que contienen vitamina D de forma natural, y las sardinas son uno de ellos. La vitamina D es importante para la salud de tus huesos, de los músculos y del sistema inmunitario.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes. Los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes.
7. Aportan hierro
Las sardinas te aportan hierro, un mineral muy importante y necesario para tu cuerpo. También te proporcionan otros minerales como el magnesio, potasio y zinc.
El hierro es un componente esencial de la hemoglobina, una proteína que transfiere oxígeno desde los pulmones a los tejidos. La deficiencia de este nutriente puede provocarte anemia ferropénica.
Las sardinas enlatadas poseen las características de un alimento que debes tener en la despensa, saludables, altamente nutritivas, se conservan por mucho tiempo y son económicas.
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