Cuán malo para la salud es comer la piel de la carne de cerdo

Diversas tendencias actuales para bajar de peso promueven el consumo de alimentos ricos en grasas. ¿La piel de cerdo es una buena y saludable alternativa?

Piel de cerdo

Crédito: Imagen de Richárd Makrai en Pixabay | Pixabay

Recientemente todos hablan sobre el poder de seguir una alimentación saludable y con ello han surgido muchos cuestionamientos, sobre todo en lo que respecta a las dietas más de moda hoy en día. Una de las tendencias más populares en la actualidad son las dietas bajas en carbohidratos, como sucede de manera particular con la corriente cetogénica que se basa en una fuerte restricción en el consumo de hidratos de carbono y una alta ingesta de grasas. De tal modo resulta más fácil entender porqué últimamente todos hablan sobre las grasas y sus efectos en el organismo.

Lo primero que tenemos que decirte es que no todos los tipos de grasas son iguales, ni tienen los mismos efectos en el organismo. Sin embargo es un hecho que la grasa, es uno de los componentes que más preocupan en los alimentos, sobre todo por sus efectos en el peso corporal y la salud. Se estima que cada gramo de grasa aporta 9 calorías. A grandes rasgos podemos catalogar a las grasas en 4 tipos: ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados, y los ácidos grasos trans.

De manera específica se sabe que las grasas saturadas, son las responsables de elevar el colesterol “malo” y por lo tanto se asocian con un efecto dañino sobre las arterias y favorece la arteriosclerosis. Se encuentran principalmente en la carne y los productos de origen animal (tocino, piel de cerdo, manteca, mantequilla, embutidos) y en productos de origen vegetal elaborados con aceites tropicales de palma, coco y palmiste. Asimismo, la repostería, la bollería y todos los productos lácteos enteros (quesos, nata) tienen grandes cantidades de grasas saturadas.

Recientemente muchos se han cuestionado sobre el consumo de grasas saturadas, sobre todo las provenientes de origen animal como es el caso particular de la piel de cerdo. En sus inicios se trataba de un producto que se aprovechaba más bien en las comunidades rurales, sin embargo recientemente llamó la atención como un ingrediente importante en las dietas ricas en grasas y también como un producto muy cotizado en diversos orientales, en donde la consideran un manjar.

Lo que sucede con la carne de cerdo es que se aprovecha prácticamente toda. Es normal dependiendo de la cultura que se consuman más algunas partes que otras, sin embargo cabe destacar que no todos los elementos de este animal gozan de la misma calidad. Ahora bien lo que sucede en particular con la piel de cerdo, es que se suele cocinar frita y aunque es un producto que contiene grasas y proteínas de alto valor biológico; el proceso de freírla aumenta considerablemente su porcentaje de lípidos trans.

La manera más común de consumir la piel de cerdo es freír los trozos en crudo, en una gran olla con mantequilla o manteca y dejar que se dore hasta formar una corteza crujiente. El resultado final es un producto que desde el punto de vista culinario, en muchas culturas conocen como “chicharrón o corteza de cerdo”. Son una popular botana o colación, aunque también suelen consumirse como plato único en diversas preparaciones.

Por supuesto una de las cuestiones que más llama la atención sobre este producto, que por cierto es crujiente y delicioso, es su composición nutricional. Lo primero que debemos de mencionar es que debido al método de cocción al cual se somete la piel de cerdo, es un alimento que se destaca por su alto aporte calórico: por cada 100 gramos se obtienen 544 calorías.De tal modo que este es un aspecto con el que será necesario tener especial cuidado, ya que su consumo en exceso puede provocar un desequilibrio en el balance energético y por consecuencia tiene un impacto negativo no solo en el peso corporal, sino en la salud en general.

Referente a su contenido en macronutrientes, la piel de cerdo cuenta con una concentración de grasas significativa; 31 gramos por cada 100. A la vez su aporte en proteínas también llama la atención, con 61 gramos de alto valor biológico. También es un producto rico en micronutrientes que se encuentran en la piel de cerdo, como es el caso de las vitaminas A y B, y un buen contenido en calcio, magnesio y hierro.

Posibles beneficios para la salud:

Todo con medida y nada con exceso, es una popular frase que aplica para prácticamente todo lo que comemos y bebemos. Y los productos derivados de la piel de cerdo no son la excepción, lo cierto es que si se consumen bajo el marco de una alimentación equilibrada pueden ser un buen complemento y beneficiar la salud en los siguientes aspectos.

  • Menos riesgo de desarrollar anemia. La piel de cerdo es rica en hierro, según un estudio publicado en The Medical Clinics of North America el consumo regular de hierro ayuda a prevenir y combatir la anemia.
  • Mejor salud muscular. El contenido en proteínas de alto valor biológico que aporta la piel de cerdo, es una buena adición dietética para salvaguardar la adecuada salud muscular y del tejido magro. Es un buen complemento para aumentar la masa muscular y con ello el rendimiento deportivo.
  • Puede beneficiar la pérdida de peso. La piel de cerdo es rica en proteínas así como lípidos monoinsaturados y micronutrientes esenciales, que se asocian con una gran capacidad saciante que acelera el adelgazamiento. No en vano es un producto muy consumido en la popular dieta Keto.

Recuerda que la única forma de consumir la piel de cerdo, no es frita. Al ser un producto que cuenta con una elevada densidad nutricional, puede consumirse para llenar de sabor guisados asados, al horno y vapor, también es un gran ingrediente en sopas y caldos.  De tal modo podrás disfrutar más de sus beneficios por menos calorías. 

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