Cómo el alcohol aumenta el riesgo de desarrollar Alzheimer

El consumo de alcohol puede afectar el funcionamiento de tu cerebro a corto y largo plazo. Entre los efectos negativos de un consumo excesivo de alcohol, puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad del cerebro. Provoca que un gran número de neuronas en el cerebro mueran. Esto afecta la capacidad de una persona para recordar cosas, pensar claramente y utilizar buen juicio.

De acuerdo al Instituto Nacional sobre el Envejecimiento en Estados Unidos, el Alzheimer es una enfermedad que empieza lentamente y empeora con el tiempo. A medida que la enfermedad empeora, las personas con Alzheimer necesitan que alguien se encargue de todas sus necesidades, inclusive ayuda para comer y bañarse.

Alcohol y demencia

La Alzheimer’s Society de Reino Unido comparte los resultados de revisiones de evidencia científica disponible en las que se indica que las personas que beben una gran cantidad de alcohol en un período corto de tiempo como las que lo realizan por un tiempo prolongado tenían más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer o cualquier otra forma de demencia.

Los estudios incluyeron métodos variados y estudian a diferentes grupos de personas en grandes poblaciones. Se realizó el rastreo durante más de cinco años, a veces hasta la vejez, para indagar cómo patrones de comportamiento a largo plazo podría afectar el riesgo de demencia.

Las revisiones de la evidencia fueron realizadas por Alzheimer’s Disease International y el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) en Reino Unido.

Cómo afecta el alcohol al cerebro

El exceso de alcohol puede afectar gravemente al cerebro, aun cuando se abusa en de esta bebida en un corto periodo de tiempo. “Una sobredosis de alcohol puede provocar daño cerebral permanente o la muerte”, publica el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA).

Cuando hay tanto alcohol en el torrente sanguíneo que las áreas del cerebro que controlan las funciones básicas de soporte vital, como la respiración, la frecuencia cardíaca y el control de la temperatura, comienzan a apagarse.

El consumo excesivo de alcohol puede ocasionar problemas de aprendizaje y memoria a corto o largo plazo.

Las personas que beben mucho durante un largo período de tiempo tienen más probabilidades de tener un volumen reducido de materia blanca del cerebro, la cual ayuda a transmitir señales entre diferentes regiones del cerebro. Esto puede provocar problemas con el funcionamiento del cerebro, apunta la Alzheimer’s Society.

Hasta el 80 por ciento de los alcohólicos tienen una deficiencia de tiamina y algunas de estas personas desarrollarán trastornos cerebrales graves como el síndrome de Wernicke-Korsakoff (WKS)

Los pacientes con psicosis de Korsakoff tienen problemas para recordar información antigua (amnesia retrógrada) y dificultad para “establecer” información nueva (amnesia anterógrada).