La dieta puede ser más importante que el ejercicio en el control de peso a largo plazo, según la ciencia
El ejercicio puede no ser efectivo para quemar grasa especialmente a largo plazo, sugiere una nueva investigación. Sin embargo realizar actividad física, puede desviar el exceso de energía de ciertos procesos corporales potencialmente dañinos como la inflamación y el estrés
No queremos causar controversia: es innegable que la actividad física es fundamental en todo estilo de vida saludable. Si bien es cierto que llevamos décadas escuchando consejos populares sobre las mejores técnicas para bajar de peso, hoy en día un reciente trabajo de investigación señala que el ejercicio puede no ser una estrategia eficaz para la pérdida de peso ¿Sorprendido? Nosotros también, sigue leyendo para conocer este increíble hallazgo.
El autor del estudio es el Dr. Herman Pontzer, antropólogo evolutivo de la Universidad de Duke y autor de Burn: New Research Blows the Lid Off How We Really Burn Calories, Lose Weight, and Stay Healthy. Su reciente investigación llega para cambiar un poco nuestra percepción: sugiere que hacer más ejercicio no necesariamente nos ayuda a quemar más calorías, ya que el cuerpo encuentra formas furtivas de adaptarse reduciendo el uso de energía en otros lugares. Pero lo que hace que el ejercicio sea ineficaz para perder peso, podría explicar por qué es tan bueno para nuestra salud: hacer ejercicio podría desviar el exceso de energía de procesos corporales potencialmente dañinos como la inflamación y el estrés. En pocas palabras, el ejercicio no cambia la cantidad de calorías que gasta, sino cómo las gasta.
De cierta manera es momento de entender que el la dieta y el ejercicio son dos herramientas diferentes, para dos trabajos diferentes. La dieta es la llave para perder peso con éxito, el ejercicio es la herramienta para todo lo demás.
La investigación enfatiza un concepto interesante: no es posible superar nuestro presupuesto metabólico. Por lo tanto hacer ejercicio para perder peso se basa en la suposición de que quemamos calorías a un ritmo constante. En esta teoría, si caminar una milla quema 50 calorías, caminar 100 millas en el transcurso de un mes quemaría 5,000 calorías. Teóricamente, esto podría ayudarnos a gastar más energía de la que consumimos, es bien sabido que es el principio básico bajar de peso y quemar grasa. Hoy sabemos que está teoría se desmorona ante la información que obtuvo Pontzer al trabajar con los hadza, un grupo de habitantes indígenas de Tanzania, quienes caminan muchas millas por día como parte de un estilo de vida tradicional de cazadores recolectores. Pontzer y su equipo se sorprendieron al descubrir que queman solo un poco más de calorías cada día que el adulto estadounidense sedentario promedio, mucho menos de lo esperado dados sus altos niveles de actividad física. Esta observación sugiere que la ecuación ejercicio-metabolismo es más una curva que nos hace entender que entre más ejercicio hagamos, el cuerpo hará uso de la energía de manera más cuidadosa.
Cabe mencionar que estos descubrimientos no llegaron para decirnos que el ejercicio no funciona, todo lo contrario: quemar el exceso de energía es bueno para la salud a todo nivel, independientemente de la pérdida de peso. Con base en los datos que obtuvo Pontzer al analizan a la comunidad de Hadza, el cuerpo busca todo el tiempo acoplarse al mismo presupuesto de calorías; ya sea que estés entrenando para un maratón o pasando tiempo en el sofá. Esto es lo que el autor llama “el marco de energía restringido.” Si bien esto en algún momento puede detener la quema de grasa, también podría explicar por qué el ejercicio es tan bueno para nosotros. Después de semanas o meses de ejercicio, el cuerpo comienza a reasignar las calorías de otras actividades para compensar.
El marco de energía restringida sugiere que el ejercicio ayuda a nuestro cuerpo a gastar el exceso de energía para mantener nuestro sistema inmunológico y las respuestas al estrés más equilibradas ¡Maravilloso!
El paso siguiente en la investigación es probar cómo funciona esta teoría, con el objetivo de definir si es posible medir cómo el ejercicio afecta a todos los sistemas y células del cuerpo más allá de la grasa y los músculos. En caso de salir bien, la teoría podría ayudar a explicar porqué los estilos de vida sedentarios modernos y las dietas procesadas son terribles para la salud. Y puede ser clave en la búsqueda de una solución que realmente mejore la calidad de vida de las personas.
Si bien queda mucho por investigar y estudiar, este tipo de trabajos son sumamente valiosos para la sociedad, médicos y científicos. No podemos dar por sentado que las enfermedades crónicas son parte del ser humano, las costumbres de la sociedad occidental moderna son en realidad las que deterioran nuestra salud y son la causa directa de la aparición de todo tipo de enfermedades que causan la muerte. Finalmente como el autor de dicho estudio lo menciona, tenemos mucho que aprender de otras culturas y su visión sobre cómo funciona el cuerpo humano”.
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