Tres razones básicas por las que un cuarto cheque de estímulo no sería aprobado a pesar de reclamo público
La presión de los demócratas más liberales en el Congreso federal no será suficiente para que la Administración Biden impulse como prioridad legislativa un cuarto cheque de estímulo
La presión de los demócratas más progresistas del Partido no será suficiente para que la Administración Biden enfoque sus intenciones en legislación para un cuarto cheque de estímulo.
Aunque en los pasados días las especulaciones se han multiplicado sobre la posibilidad de un nuevo pago directo tras la aprobación del cheque de $1,400 bajo el “Plan de Rescate Estadounidense”, ni el presidente Joe Biden ni personal de la Casa Blanca se han pronunciado sobre lo anterior, y eso se debe a que no es la prioridad.
Al momento, el Gobierno de Biden y su equipo se enfocan en el desarrollo de dos planes de estímulo con incentivos a largo plazo que son proyectos de seguimiento al ya aprobado en marzo pasado como parte de “Build Back Better” (Reconstruir mejor) contenido en la plataforma del presidente.
La anterior es una de las razones principales por la que un cuarto de estímulo no está en consideración, al menos por el momento.
1. El “Plan para trabajos estadounidenses” (American Jobs Plan) y el “Plan para familias estadounidenses” (American Family Plan)
Los dos planes anteriores son la prioridad de la Administración Biden. Ambas propuestas deberán pasar por el cedazo del Congreso federal, donde los demócratas tendrían que negociar con los republicanos para aprobarlos sin tener que recurrir a mecanismos especiales para lograr una mayoría, como fue el caso de la tercera ley de estímulo a través del proceso de “reconciliación” presupuestaria.
Ambos planes son variados en su contenido, sin embargo, por lo que ha trascendido al momento, ninguno hace mención de un cuarto cheque de estímulo.
El primero, valorado en $2 billones, se enfoca en la reconstrucción de infraestructura, como carreteras y puentes. Adicional pretende modernizar el sistema eléctrico y extender la banda ancha para conexión a Internet de alta velocidad. Las iniciativas van de la mano con propuestas para incentivar las energías renovables.
El segundo plan, estimado en $1 billón de dólares en inversión y otros $800,000 millones en créditos fiscales para las familias, será anunciado oficialmente este miércoles por Biden. Pero lo que ha trascendido hasta el momento es que incluirá la extensión del “Crédito Tributario por hijo” hasta el 2025.
El “Plan de Rescate Estadounidense”, aprobado en marzo pasado, aumentó y adelantó el desembolso por concepto de dicho crédito hasta el próximo año. Adicional, el plan incluirá disposiciones para educación preescolar y dos años de educación superior gratuitos en “community college”, entre otras provisiones.
Los proyectos serían costeados con impuestos a corporaciones y un aumento impositivo en los casos de hogares con ingresos mayores a los $400,000 dólares anuales.
2. El impacto de la vacunación
El hecho de que el proceso de vacunación en Estados Unidos ya lleva más de cuatro meses, principalmente con las dosis de Pfizer y Moderna, ayuda a agilizar la recuperación económica en la medida en que las restricciones de apertura de negocios y el movimiento de personas se flexibilizan. Esto a su vez hace menos urgente un cuarto cheque de estímulo.
Según los datos más recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) más de 234 millones de estadounidenses han recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas, específicamente 234,639,414. De esas, 142,692,987 recibieron una dosis, mientras que 98,044,421 están completamente vacunadas.
La expectativa es que más personas se vacunen – considerando que son más los beneficios que los inconvenientes de someterse al procedimiento como viajar fuera del país con más libertad- a pesar del temor de algunos por los posibles efectos secundarios de la vacunación.
Estadísticas del 19 de abril pasado de los CDC reflejan que aproximadamente el 40% de la población en EE.UU. recibió una dosis de las vacunas disponibles en el mercado, incluyendo la de Johnson & Johnson que fue suspendida temporalmente por los CDC y la FDA (Administración federal de Drogas y Alimentos); mientras que un 26% se encuentra completamente vacunado.
3. Aumenta confianza del consumidor
Lo anterior también se traduce en un aumento en la confianza del consumidor e incentiva su poder adquisitivo.
A medida que se reporten más vacunados, los estados relajarán aún más las medidas de prevención anti coronavirus, y el efecto en cadena será la creación de más empleos, lo que a su vez impulsará la economía.
De hecho, el número de estadounidenses que solicitó seguro por desempleo en el periodo que culminó el 17 de abril disminuyó nuevamente. Según el Departamento del Trabajo de EE.UU., se procesaron 547,000, una baja de 39,000 con respecto a la semana anterior. Se trata de la cifra más baja en solicitudes desde el 14 de marzo de 2020, cuando se registraron 256,000.
Un reporte de Conference Board este martes confirma que la confianza del consumidor aumentó en abril en un 121.7 en comparación con 109 el mes anterior. Ese es el nivel más alto desde febrero del 2020.
Parte del incremento es resultado de la distribución de las ayudas contenidas en el paquete de estímulo de $1.9 billones aprobado en marzo que no solo incluyó el tercer cheque de estímulo sino una extensión adicional semanal en los beneficios por desempleo, entre otros incentivos.
“Considerándolo todo, este fue el mejor reporte de confianza del consumidor desde que la pandemia inició la primavera pasada”, opinó Neil Dutta, encargado de asuntos económicos de Renaissance Macro Research según citado por Market Watch.
A esto Rubeela Farooqi, economista en jefa de High Frequency Economics añadió: “La actitud de los consumidores es probable que siga mejorando en los próximos meses a medida que la economía continúe en reapertura y las perspectivas de empleo e ingresos mejoran”.