Qué comer para combatir los efectos de las alergias estacionales

Las alergias estacionales son un trastorno del sistema inmunológico que suele presentarse en determinadas épocas del año y vienen acompañadas de síntomas como congestión nasal, estornudos, erupciones e hinchazón. Encuentra en los tratamientos naturales y alternativos tu mejor aliado

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Crédito: Shutterstock

Cuando el sistema inmunológico reacciona a algo que no molesta a otras personas, se está presentando una  reacción alérgica. Lo cierto es que son diferentes las reacciones adversas ante una alergia de alimentos y una estacional, estas últimas también son llamadas fiebre del heno o rinitis alérgica y solo ocurren ciertas temporadas del año por lo general en la primavera o el verano. Algunos de los principales culpables en causar reacciones alérgicas, son nombrados como alérgenos y se caracterizan por ser elementos como: polen,  ácaros del polvo, caspa de mascotas, esporas de moho, picaduras de insectos, ciertos alimentos y medicamentos. Es bastante fácil detectar la presencia de una alergia, ya que vienen con síntomas innegables como son los estornudos, escurrimiento nasal, congestión y picazón. También es muy normal presentar erupciones, comezón, enrojecimiento e hinchazón. 

Actualmente los médicos suelen tratar las alergias con una variedad de enfoques que a menudo incluyen medicamentos e inyecciones antialérgicas. Sin embargo nunca es tarde para darle una oportunidad a los tratamientos alternativos, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente la tendencia nos invita a consumir alimentos naturales que brillan por sus propiedades medicinales. Tal es el caso específico de especias y hierbas que gozan de grandiosos beneficios terapéuticos y que se han posicionado como un extraordinario aliado para reducir la inflamación, estimular al sistema inmunológico y mitigar los síntomas que causan las alergias estacionales. 

1. Jengibre

Muchos de los síntomas desagradables de la alergia provienen de problemas inflamatorios, como hinchazón e irritación en las fosas nasales, los ojos y la garganta. El jengibre puede ayudar a reducir estos síntomas de forma natural. No es ninguna novedad decir que el jengibre es una de las especias de mayor potencial medicinal, que ha sido utilizada como remedio natural para tratar numerosos padecimientos entre los que se destacan afecciones digestivas y respiratorias. Entre sus grandes cualidades se encuentra su alto contenido en compuestos fitoquímicos antioxidantes y antiinflamatorios. La buena noticia es que actualmente los expertos están explorando cómo estos compuestos pueden ser útiles para combatir las alergias estacionales. Así lo sugiere un estudio realizado en animales en 2016, en el cual se comprobó que el uso de jengibre suprimió la producción de proteínas proinflamatorias en la sangre de los ratones, lo que condujo a una reducción de los síntomas de alergia. No parece haber significativas diferencias entre el jengibre fresco o seco, apuesta por beber infusiones o bien agregarlo en todo tipo de jugos, licuados, sopas y guisados.

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Infusión de jengibre. /Foto: Shutterstock

2. Polen de abeja

Es bien sabido que la miel es un producto natural maravilloso y muy curativo, su consumo se relaciona con grandes beneficios para potenciar la salud y fortalecer al sistema inmunológico. Sin embargo el polen de abeja también aporta grandes bondades, que se relacionan con su poderosa mezcla de enzimas, néctar, miel, polen de flores y cera. De hecho es sumamente utilizado como un popular remedio para tratar la fiebre del heno. Se cuenta con estudios en los que se ha comprobado que el polen de abeja tiene propiedades antiinflamatorias, antimicóticas y antimicrobianas en el cuerpo. De hecho se cuenta con un estudio en el que se comprobó que el polen de abeja tiene la capacidad de innhibir la activación de los mastocitos, un paso crucial para prevenir reacciones alérgicas. Ahora bien la pregunta del millón ¿Qué tipo de polen de abeja es mejor y cómo se come? Existe evidencia que respalda al consumo de polen de abeja local para ayudar a desarrollar la resistencia del cuerpo al polen al que se es alérgico. Por lo tanto la recomendación de los especialistas es buscar polen de abeja en el mercado de agricultores de su localidad. Lo mejor de todo es que existen formas muy creativas para integrarlo en la dieta diaria: lo puedes espolvorear sobre yogurt o cereal, o mezclarlo en un batido o en un rico jugo de naranja. 

Polen de abeja
Polen de abeja./Foto: Pixabay

3. Frutas cítricas

Si bien es un cuento de viejas que la vitamina C previene el resfriado común, puede ayudar a acortar la duración de un resfriado y ofrecer beneficios para las personas alérgicas. Se ha demostrado que comer alimentos con alto contenido de vitamina C, disminuye la rinitis alérgica, considerada la irritación del tracto respiratorio superior causada por el polen de las plantas en flor. Entonces, durante la temporada de alergias, siéntase libre de cargar frutas cítricas con alto contenido de vitamina C como naranjas, toronjas, limones, limas, pimientos dulces y bayas.

Cítricos.
Frutas cítricas. /Foto: Pixabay

4. Cúrcuma

Otra de las especias mágicas que simplemente no pueden faltar: la cúrcuma, que brilla por sus excepcionales propiedades antiinflamatorias. La curcumina, es su ingrediente activo y se ha relacionado con la reducción de los síntomas de numerosas enfermedades provocadas por la inflamación. Además se ha comprobado que es un gran aliado para minimizar la hinchazón y la irritación causadas por la rinitis alérgica. Se cuenta con estudio en el que se mostró que el tratamiento de ratones con cúrcuma redujo su respuesta alérgica. Lo mejor de todo es que existen muchas alternativas para consumirla, puede ser mediante suplementos, tinturas o tés o, por supuesto, es un gran aliado en ciertas comidas. Es importante consumirla o elegir un producto con pimienta negra o piperina, es bien sabido que la pimienta negra aumenta la biodisponibilidad de la curcumina hasta en un 2.000% ¡Maravilloso! 

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Cúrcuma. /Foto:/Shutterstock

5. Salmón y otros pescados azules

Es probable que te sorprenda encontrar a los pescados como un buen aliado para combatir las alergias estacionales ¡Pues lo son! Existe evidencia en la que se comprueba que los ácidos grasos omega-3 del pescado pueden reforzar la resistencia a las alergias e incluso mejorar el asma. Por otra parte de manera más específica, un estudio alemán de 2005 encontró que cuanto más ácidos grasos eicosapentaenoicos (EPA) tenían las personas en el torrente sanguíneo, menor era el riesgo de sensibilidad alérgica o fiebre del heno. Otro estudio más reciente, comprobó que los ácidos grasos ayudan a disminuir el estrechamiento de las vías respiratorias que ocurre en el asma y en algunos casos de alergias estacionales. Es probable que estos beneficios provengan de las propiedades antiinflamatorias de los omega-3. Para mayor detalle: la American Heart Association, recomiendan que los adultos consuman 8 onzas de pescado por semana, especialmente pescado “graso” bajo en mercurio como el salmón, la caballa, las sardinas y el atún. 

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Salmón. /Foto: Shutterstock

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