Por qué comer demasiada sal debilita la inmunidad y nos hace más propensos a enfermarnos

Una excesiva ingesta de sal en la dieta cotidiana podría provocar una rebelión en nuestras defensas. Este peligroso hábito no solo se relaciona con el deterioro cardiovascular, aumenta el riesgo de padecer enfermedades inflamatorias y autoinmunes derivadas de un sistema inmune deficiente

Sal rosa

Crédito: Foto de monicore en Pexels | Pexels

No es ninguna novedad hablar sobre los devastadores efectos que se asocian con un excesivo consumo de sal. Es uno de los más letales hábitos alimenticios que trae consigo numerosas afectaciones, es bien sabido que entre las más populares se encuentran los posibles daños en el sistema cardiovascular y las alteraciones en la presión arterial. Sin embargo recientemente un nuevo estudio encontró un efecto secundario que no podría ser más relevante, teniendo en cuenta el escenario que se vive actualmente a nivel mundial con la pandemia por coronavirus. Este trabajo de investigación ha descubierto que la cantidad de sal que consumimos podría hacernos más vulnerable a las enfermedades causadas por bacterias; por ende la ingesta excesiva de sal como un hábito alimenticio recurrente, afecta la inmunidad. 

El estudio fue publicado en Circulation, revista encabezada por un valioso cuerpo de científicos dirigidos por American Heart Association. Esta investigación en un principio buscó obtener una mayor comprensión de un estudio realizado en 2015, en el cual se encontró que las altas cantidades de sodio en la sangre afectan la forma en que cierto tipo de glóbulos blancos reaccionan cuando detectan una célula enferma. Según declaraciones de la Dra. Sabrina Geisberger del Instituto de Biología de Sistemas Médicos de Berlín, el problema fue que en ese momento los científicos no tenían muy claro el efecto de la sal en las células.

Por fortuna actualmente este estudio libera nuevos hallazgos, el equipo de científicos descubrió que la sal hace que las células produzcan menos oxígeno. Para mayor contexto: el estudio actual, examinó a detalle el metabolismo de las células inmunes que habían estado expuestas a altas concentraciones de sal. Los resultados fueron contundentes ya que notaron cómo la sal afecta la inmunidad al interrumpir la cadena respiratoria, lo que hace que las células produzcan menos ATP y menos oxígeno. Para aquellos que no están al tanto, el ATP (trifosfato de adenosina) se define como el combustible universal que alimenta todas las células y juega un papel muy importante ya que proporciona energía para la potencia muscular y la regulación metabólica. Esto significa que si un nivel alto de sodio en el cuerpo provoca una escasez de ATP, también puede afectar la forma en que estos glóbulos blancos maduran y funcionan ¿Lo más relevante? Estas células son responsables de la respuesta inmunitaria del cuerpo, de tal modo que el excesivo consumo de sodio va mucho más allá de las típicas consecuencias cardiovasculares y de retención de líquidos.

La sal nos hace más propensos a contraer enfermedades e infecciones, ya que afecta a las células inmunitarias, cuando un mecanismo celular tan importante se interrumpe durante un período prolongado podría tener un impacto sumamente negativo en la salud. Además se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias de los vasos sanguíneos o las articulaciones y una larga lista de enfermedades autoinmunes.

Lo más interesante es que actualmente se cuenta con otros estudios que comprueban esta teoría. Tal es el caso del trabajo realizado por equipos de investigadores del Hospital Brigham y de la Mujer, del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Universidad de Harvard, emblemáticas organizaciones en los Estados Unidos. Dichas instituciones, investigaron la relación del sistema inmunológico con ciertas enfermedades autoinmunes. El principal objetivo fue averiguar cómo se producen las células Th17, que son decisivas en la respuesta ante diversos agentes infecciosos. Lo relevante fue que a través de un complejo análisis sobre el proceso químico necesario para formar las células Th17, se identificó un gen crítico que ya había sido visto antes; cabe mencionar que el trabajo diario de estas células consiste en aumentar la absorción de sal en el intestino. Cuando los científicos agregaron sal extra en la placa de cultivo, tuvieron un momento brillante en la investigación ya que pudieron observar cómo las células se convirtieron en Th17.  Mientras tanto, expertos de la Universidad de Yale investigaron la relación entre la sal y las células humanas. Dentro de sus descubrimientos más relevantes, observaron que las personas que siguen una dieta alta en sal han demostrado no solo un mayor riesgo de contraer enfermedades crónicas; quienes padecen enfermedades existentes empeoran.

La buena noticia es que este tipo de estudios nos dan un panorama mucho más claro sobre la importancia de hacer ajustes en nuestros hábitos y dieta diaria. Es importante seguir las especificaciones de los expertos en nutrición y limitar la ingesta diaria entre 5 y 6 gramos de sal como máximo, cabe mencionar que este cálculo incluye el sodio que se esconde en los alimentos procesados. Con base en ello es de vital relevancia apostar por el consumo de alimentos integrales y naturales, vigilar el uso de sal al cocinar en casa y sobre todo evitar el consumo recurrente de comidas rápidas y procesadas: ¡están repletas de sal! 

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