La inmunización es un regalo para las madres
La nación reporta más de 100 millones de adultos con sus dosis completas
Las madres celebran este domingo 9 de mayo su Día Internacional con la esperanza de salvar a sus hijos de la amenaza del coronavirus, gracias a la aprobación de las dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech COVID-19 para la población más joven.
La farmacéutica alemana dejó en manos de la Administración de Drogas y Alimentos, FDA por sus siglas en inglés, la autorización para el ambicioso plan de aplicar las vacunas a toda la población, sin importar la edad, y ganarle la partida a la pandemia antes que el virus siga mutando y matando indiscriminadamente.
Los científicos esperan inocular a los menores entre los 12 y los 15 años para acelerar el proceso de inmunización de la población en los Estados Unidos. La meta del presidente Joe Biden es administrar al menos una de las dosis a los adolescentes antes del 4 de julio y que así la mayoría de ellos estén libres de peligro el próximo año escolar.
Hasta ahora las vacunas sólo se aplican a los mayores de 16 años pero, según los ensayos clínicos de Pfizer, su inyección es 100% eficaz, un dato que surge justo cuando los menores reportan el 22% de los nuevos contagios.
Los planes de Pfizer son ambiciosos; está en la fase 2 de su estudio para inmunizar también a las madres y mujeres embarazadas. Y si hay éxito en los ensayos será una realidad antes de agosto próximo.
Las madres esperan que esa aprobación sirva para proteger a sus hijos en edad escolar y evitar que el virus ataque el sistema inmunológico. Así ellas estarán tranquilas y podrán retomar sus rutinas en el hogar o la oficina y la universidad como lo hacían antes de la pandemia.
En esta lucha contra la muerte, hasta ahora la nación reporta más de 100 millones de adultos con sus dosis completas, pero las metas de Pfizer incluyen los estudios para pedir en septiembre que le permitan aplicar la vacuna del Covid-19 en niños desde los dos años algo que ocurriría al finalizar este 2021.
El argumento científico es que bajaron los riesgos de hospitalización y casos de muertes por las vacunas entre los adultos, pero el virus se ensaña con los jóvenes, que hasta ahora mostraban menor riesgo de complicaciones.
El trabajo fuerte quedará en manos de los Estados y el éxito a cargo de los gobernadores o las alcaldías por las campañas para promover las vacunas. Y sólo así podríamos revertir la desaceleración en la vacunación porque algunos todavía no parecen entender la gravedad de la pandemia que azota al mundo, ni están tan entusiasmados con la idea de vacunarse.
(La autora -que utiliza un pseudónimo- es una periodista radicada en Nueva York)