La comunidad latina y el COVID-19: Los alimentos

Nuestra Hispanic Federation, junto a la organización New America, realizó recientemente una investigación sobre los efectos de trece meses de pandemia en nuestra comunidad.

Uno de los tres aspectos que contempló el estudio “Superando el COVID-19: Las barreras económicas para las comunidades latinas” fue la alimentación. Los otros fueron los empleos y la vivienda. En el estudio también formulamos diversas recomendaciones con el propósito de reducir las injusticias y desigualdades en esos tres aspectos.

Aunque la comunidad latina participa intensamente en la producción, preparación y distribución de alimentos, el 45% de los latinos dijo que durante la pandemia ha recibido asistencia alimentaria de organizaciones comunitarias o religiosas.

Llamativamente, esa ayuda la recibió el 54% de las personas que respondieron en español y el 27% de las que respondieron en inglés.

En más de tres de 10 familias con niños hay preocupación por el acceso a programas de comidas escolares gratuitas o de bajo costo. Y más de dos de 10 familias hispanas han solicitado asistencia alimentaria, como SNAP o cupones de alimentos.

Muchos no pidieron ayuda alimentaria que necesitaban porque no eran elegibles, pero otros no lo hicieron aunque les correspondía por temor a que les descalificara para solicitar la ciudadanía.

Más de una tercera parte de quienes recibieron apoyo alimentario dijo que éste no cubrió todas las necesidades de sus familias. Muchas madres sin pareja cuyos niños no van a la escuela tienen graves problemas para darles tres comidas completas por día.

Algunos hispanos mencionaron dificultades con los trámites de solicitud, mientras que otros dijeron que no podían ir a los bancos de alimentos o centros de distribución por no tener automóvil.

Hasta aquí los resultados. Ahora, las recomendaciones. La primera es que no sólo es necesario satisfacer las necesidades inmediatas de alimentación de las familias, sino dar respuesta a las injusticias históricas que las causaron.

Los gobiernos deben ampliar, mejorar y dirigir mejor la ayuda alimentaria. Por ejemplo, aumentando el acceso a desayunos y almuerzos gratuitos de los niños que no van a clases.

También hay que ampliar la distribución de alimentos –incluso a los confinados debido al COVID-19– y garantizar el suministro de alimentos nutritivos.

También pedimos que el gobierno federal aumente el acceso a los programas SNAP y NAP y elimine la política de “carga pública” de la administración Trump, que privó a tantas familias inmigrantes de ayuda alimentaria. Asimismo, se debe poner fin a la persecución inmigratoria de las personas que visitan los comedores y otros lugares de asistencia.

Y por último, las organizaciones comunitarias que prestan ayuda alimentaria de emergencia deben recibir más apoyo e integrar un sistema de distribución de alimentos que conecte a los productores con las comunidades afectadas.

Aquí pueden consultar el informe “Superando el COVID-19: Las barreras económicas para las comunidades latinas” y nuestras recomendaciones.

Más información sobre nuestra federación en www.hispanicfederation.com, o en Facebook y Twitter.

¡Celebremos juntos el 31er aniversario de la Hispanic Federation, y hasta la columna próxima!

-Frankie Miranda es el presidente de la Hispanic Federation