5 poderosas razones nutricionales para comer más papas

Durante años el contenido en carbohidratos de las papas les dio cierta mala reputación. Por fortuna hoy sabemos que son un tesoro nutricional, repleto de bondades terapéuticas e inmensa versatilidad en la cocina ¿El secreto? Evita freírlas y prepararlas con ingredientes calóricos y ricos en grasas

Papas

Crédito: Imagen de stanbalik en Pixabay | Pixabay

¿Quién no ama las papas? Es innegable que son un alimento de lo más reconfortante, versátil y generoso. Sin embargo a pesar de sus bondades y humilde origen desde hace muchos años se les relacionó con cierta mala reputación, sobre todo por su contenido en carbohidratos que muchos asocian con el aumento de peso. Así es como lo que alguna vez fue un producto básico barato e importante en la dieta diaria de numerosos países, se ha calificado en los últimos años como un alimento que es mejor evitar ¡Esto es un grave error! Lo cierto es que comer demasiado de cualquier tipo o grupo de alimentos, como puede suceder con los carbohidratos: no es saludable, de hecho algunas investigaciones sugieren que comer demasiados productos de papa en particular podría estar asociado con una presión arterial más alta ¡Jamás obtendremos los beneficios naturales de las papas!

La buena noticia es que hoy en día contamos con mucha información de utilidad y ha quedado claro que son una magnífica y nutritiva adición dietética. Inclusive en personas que desean bajar de peso y diabéticos. Para mayor contexto: 100 gramos de papas cocidas aportan 77 calorías, 0,1 gramos de grasa, 17 gramos de hidratos de carbono, 2 gramos de proteínas y 2.2 gramos de fibra ¡Nada mal! Además brillan por su contenido en vitaminas, minerales y poderosos antioxidantes. Estos son los cinco beneficios nutricionales más destacados de integrar papas en tu dieta.

1. Vitamina C

Es muy normal relacionar a la vitamina C a través del consumo de frutas cítricas como la naranja, toronja, limón, lima y mandarinas, kiwi, piña y fresas. Sin embargo las papas son una extraordinaria fuente de vitamina C, además de otros nutrientes esenciales para el adecuado funcionamiento del organismo. En promedio, una papa pequeña (150 gramos) nos proporciona aproximadamente el 15% de la dosis diaria recomendada de vitamina C. Lo cierto es que la vitamina C actúa como un poderoso antioxidante que apoya la función inmunológica y combate el daño causado por el estrés oxidativo, juega un papel esencial en la formación del tejido conectivo, que ayuda a que funcionen nuestras articulaciones y mantiene los dientes en su lugar.

Papas
Papas/Foto: Pixabay

2. Vitamina B6

El grupo de las vitaminas B es complejo y extenso, lo cierto es que cada variante se relaciona con importantes beneficios para la salud. De manera particular llama la atención su contenido en vitamina B6 y está implicada en más de cien reacciones enzimáticas conocidas, como las necesarias para crear nuevas células sanas –no cancerígenas- y tejidos a partir de los aminoácidos. Interviene en numerosas funciones del sistema nervioso, en el buen funcionamiento de la salud mental y es un gran agente para prevenir infartos. Una porción de papas cocidas aporta más del 10% de las necesidades diarias de vitaminas B1, B2 y ácido fólico.

Papas panaderas
Gratin de papas. /Foto: Pixabay

3. Potasio

El potasio es uno de los minerales más importantes en la salud, es clave para regular la señalización eléctrica en músculos y nervios. Por lo tanto, si el potasio sube o baja demasiado, puede hacer que nuestro corazón deje de funcionar y es por ello que se relaciona directamente con la salud cardiovascular y el buen control de la presión arterial. Se ha comprobado que las patatas asadas, al horno y fritas contienen niveles más altos de potasio que las patatas hervidas o en puré. De hecho una patata asada contiene alrededor de un tercio de la ingesta de potasio recomendada por día, lo que sucede al hervir papas cortadas en cubitos  es que puede hacer que alrededor de la mitad del potasio se filtre al agua. Con base en ello las papas son un magnífico aliado para combatir la retención de líquidos y la inflamación. Otro aspecto muy importante es vigilar el aceite y la cantidad de sal o ingredientes ricos en sodio que utilizamos al prepararlas.

Papas hervidas./Foto: Shutterstock

4. Colina

La colina es un compuesto que se adhiere a la grasa para producir fosfolípidos, los bloques de construcción de las paredes celulares, así como el neurotransmisor acetilcolina (que ayuda a contraer los músculos, dilatar los vasos sanguíneos y disminuir la frecuencia cardíaca). La gran noticia es que las papas son el alimento de origen vegetal que contiene los segundos niveles más altos de colina, después de los alimentos ricos en proteínas, como la carne y la soja. Es vital consumir suficiente colina, ya que es esencial para un cerebro, nervios y músculos saludables. Una papa mediana asada aporta cerca del 10% de las necesidades diarias de colina de una persona. De manera específica, la colina es particularmente importante durante el embarazo, ya que el bebé en crecimiento produce muchas células y órganos nuevos.

Papas gajo. /Foto: Shutterstock

5. Naturalmente sin gluten

Una genialidad absoluta sobre la composición de las papas, es que son naturalmente libres de gluten, por lo que son una excelente opción para las personas con enfermedad celíaca o que simplemente presentan algún tipo de intolerancia. Además se caracterizan por ser un alimento repleto de energía y se mantienen con un índice glucémico más bajo, lo que significa que no provocan un aumento brusco del azúcar en sangre y con ello ayudan a controlar el peso y el apetito.

Papas a la francesa.
Papas a la francesa caseras. /Foto: Pixabay

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