Joven alega que maestra en Canadá lo violó en múltiples ocasiones y que le arrebató su virginidad; educadora acusa al chico de forzarla a ella

Una jueza en Canadá deberá decidir si la maestra de música Alyssa Tungul es culpable o no de agredir sexualmente a un estudiante o si fue el menor el que atacó a la educadora.

Tungul, residente en Edmonton, Alberta, fue acusada por las autoridades de agresión sexual y tocamientos indebidos contra quien fue su estudiante.

Maestra le llevaba 11 años al estudiante

Al momento de los hechos, la maestra tenía 26 años y el adolescente 15.

Alegadamente, los incidentes contra el menor se reportaron entre el 1 de junio y el 30 de noviembre de 2016.

Maestra alega que fue forzada por el menor a mantener relaciones sexuales

Durante el juicio, la mujer admitió que tuvo relaciones con el joven una vez en el sótano de la casa de su prima.

Pero, la mujer insistió en que el chico la forzó y que ella no consintió en el acto.

Joven asegura que fueron múltiples encuentros sexuales

El muchacho, por su parte, declaró que la adulta abusó de él sexualmente en múltiples ocasiones, según el reporte de CTV News.

La presunta víctima alegó que ambos tuvieron relaciones sexuales y sexo oral varias veces en el 2016. La mayoría de estos encuentros, de acuerdo con la versión del joven hoy con 20 años, ocurrieron en el vehículo de la maestra y en estacionamientos de espacios públicos como Dairy Queen y hasta debajo de un puente.

La presunta víctima era virgen antes de que lo atacaran sexualmente

El muchacho además argumentó que, antes de los presuntos ataques, era virgen.

La jueza Susan Bercov deberá informar su decisión sobre la evidencia que desfiló en Corte en una audiencia pautada para el 25 de junio.

Abogado de la maestra dice que el muchacho sentía un amor platónico por su clienta

Brian Vail, abogado de la acusada, negó las acusaciones y alegó que el joven tenía una relación platónica con la adulta luego de que se graduó de la escuela. La mujer mantuvo el contacto con el menor luego de que este finalizó el noveno grado y ya no era su estudiante.

Maestra y estudiante se comunicaban por Snapchat

Vail sostiene que las intenciones de la maestra no eran románticas ni de índole sexual, a pesar de que se comunicaban por Snapchat.

A través de la red social, la mujer compartió líricas de canciones, música en hojas de partitura y libros con el menor.

Según la defensa, su clienta se dedicó a aconsejar al estudiante en vista de los retos académicos que enfrentaba así como algunos problemas personales.