Muere niño de 7 años en su primer día de vacaciones en casa de playa de Carolina del Norte al ser aplastado por un elevador

Las vacaciones de una familia se han visto ensombrecidas en su primer día de descanso en una casa de playa en el área de Outer Banks, en Carolina del Norte, tras la muerte de su hijo de 7 años en un terrible accidente en un elevador.

El pasado domingo alrededor de las 18:40 horas (tiempo local), los servicios de emergencia recibieron la llamada de auxilio de una familia que alquiló una propiedad en Franklyn Street, en Corolla, por $14,000 dólares a la semana, para poder liberar a un niño que había quedado atrapado en un elevador.

Según detalles dados por el sitio web de Daily Mail, proporcionados por la Oficina del Sheriff del condado de Currituck, cuando los paramédicos llegaron al lugar de la emergencia, encontraron que el niño había quedado atrapado entre la parte inferior de la cabina del ascensor y el marco de la puerta superior de la casa. 

Sin embargo, El Washington Post recalcó que el menor realmente había quedado atrapado entre la puerta interior de acordeón del ascensor y la puerta exterior; además de que su cuello había sido aplastado.

Aunque los paramédicos intentaron por varios minutos resucitar al niño, finalmente no pudieron hacer nada por él y fue declarado muerto en el lugar.

Según el medio citado anteriormente, la industria de los elevadores siempre han sido conscientes del peligro que estos pueden ser para los menores de edad, por lo que durante muchas décadas e incluso, 3 días antes de la muerte de este menor, los reguladores presionaron a un importante fabricante de ascensores para solucionar el problema de bloquear la brecha que permite a los niños entrar entre las puertas.

De hecho, los expertos argumentan que la solución a este problema es colocar un inserto de plástico o espuma en el espacio, que cuyo costo no rebasa los $100 dólares; sin embargo, su petición fue rechazada por diversos fabricantes, quienes fueron apoyados por la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo, quien decidió que las empresas no necesitaban reparar los ascensores o retirar sus productos del mercado, pero sí publicó una alerta de seguridad sobre la “brecha mortal entre las puertas de los ascensores domésticos” y proporcionó a los gobernadores de cada estado una copia del aviso.

Según datos de 2020, al menos 8 menores de edad, habían muerto en accidentes con elevadores desde 1981, y otros 2 habrían resultado gravemente heridos; sin embargo, se desconoce el número real de fallecidos debido a la falta de informes.

Expertos en el tema estiman que entre 100,000 y 200,000 hogares podrían tener elevadores con una “brecha de puerta peligrosamente ancha”, por lo que invitan a los residentes a tomar precauciones para mantener seguros a sus hijos.

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