El azúcar de las frutas no causa daños a la salud, según nutricionistas
La creciente popularidad de las dietas bajas en carbohidratos, ha despertado cuestionamientos entorno al contenido de azúcar en las frutas. Sin embargo el mayor riesgo es no integrarlas en la alimentación diaria, son ricas en antioxidantes de gran poder antiinflamatorio, vitaminas, minerales y fibra, que benefician la salud a todo nivel
La tendencia de salud y nutrición es contundente y nos invita a seguir una alimentación natural y libre de procesados. Sin embargo, en los últimos meses el consumo de fruta ha despertado ciertos cuestionamientos ¿La razón? Su contenido en azúcar, de tal modo que muchas personas deciden evitarlas o terminan por consumir únicamente limones y limas. Sin embargo es momento de romper con uno de los mitos más populares acerca de la fruta y comprender que existen diferentes tipos de carbohidratos (y azúcar), sobre todo teniendo en cuenta las numerosas dietas de moda que promueven una ingesta baja en carbohidratos.
Uno de los aspectos más preocupantes de este tema, es que la fruta se ha colocado erróneamente en la misma categoría que los alimentos cuyo contenido de carbohidratos proviene del azúcar agregado. Sin embargo hoy más que nunca es importante entender que no todos los carbohidratos son iguales, de hecho no son los malos del cuento y son necesarios para el óptimo funcionamiento humano. Junto con las proteínas y grasas, los carbohidratos son uno de los tres nutrientes principales que se encuentran en los alimentos y bebidas que consumimos. El cuerpo descompone los carbohidratos en glucosa, que es la fuente clave de energía para las células, órganos y tejidos de su cuerpo.
Sin embargo ¿son iguales los carbohidratos que aporta la fruta a cualquier alimento procesado? Al leer la etiqueta nutricional de cualquier alimento, se integra un concepto conocido como “carbohidratos totales” que es la suma de los tres tipos de carbohidratos que existen: azúcar, almidón y fibra. Lo primero que es necesario entender y que de cierta manera es bastante lógico, es que no todas las fuentes de azúcar son iguales; por ejemplo el azúcar agregada como sucede con el endulcorante que se utiliza en la Coca-Cola o en el glaseado de productos de bollería industrial, no es el mismo que el azúcar natural que se encuentra en la fruta o en la leche y que se conoce como fructosa y lactosa.
Por lo tanto la distinción entre el azúcar natural y el agregado es un concepto extremadamente importante, de tal modo que la fruta califica en su totalidad como un alimento denso en nutrientes y se relaciona con excepcionales beneficios para la salud. Para ser más claros: los azúcares agregados y los azúcares naturales son cosas completamente diferentes y por ende se encuentran en diferentes tipos de alimentos. El azúcar agregado no tiene beneficios nutricionales, y sí muchas calorías; mientras que el azúcar en un melocotón o una pera viene acompañado de una gran cantidad de beneficios para la salud que también se encuentran en la pulpa y la piel de la fruta (incluidas las vitaminas, los minerales, los antioxidantes y la fibra).
En los últimos meses diversas tendencias de nutrición y salud no dejan de hablar sobre los devastadores efectos de un alto consumo de azúcar, sobre todo por su directa relación con la inflamación. Sin embargo en este sentido nunca debemos preocuparnos por el azúcar que se encuentra en la fruta, las frutas son ricas en antioxidantes, que son potentes agentes antiinflamatorios. Por lo tanto los azúcares que contienen de manera natural las frutas no causan inflamación en el cuerpo, como lo hacen los azúcares agregados artificialmente.
De hecho, no comer fruta de manera regular, es lo que realmente es preocupante pues limitamos al organismo de la oportunidad de obtener muchos de los nutrientes esenciales que necesita. Solo por mencionar algunos de los poderosos nutrientes que nos estamos perdiendo, la vitamina C se encuentra en muchas frutas y se asocia con magníficas propiedades antioxidantes que son de gran ayuda para promover la salud inmunológica y disminuir el riesgo de ciertos cánceres y enfermedades cardíacas. La vitamina A también es otro contundente ejemplo y abunda en numerosas variantes de frutas, se asocia con un menor riesgo de ciertos cánceres, además de apoyar la salud de los huesos y los ojos. La vitamina K, el manganeso y la vitamina E también se encuentran en la mayoría de las frutas, las cuales son esenciales para mantener la función óptima de los sistemas corporales. La fruta también es increíblemente hidratante y contiene importantes electrolitos como el potasio, que es necesario para la función renal y cardiovascular.
Por último y no menos importante: la fibra, la fruta es una de las mejores fuentes de este importante nutriente. Cumple con valiosas funciones para la buena salud: ayuda a disminuir la velocidad de absorción de la fructosa, el principal tipo de azúcar que se encuentra en la fruta, en el torrente sanguíneo. Esto ayuda a prevenir picos y caídas de azúcar en la sangre. Ademá, las frutas juegan un papel vital en la salud digestiva e intestinal, son necesaria para alimentar y beneficiar a la microflora intestinal. Lo mejor de todo es que existen magníficas alternativas de frutas coloridas y refrescantes que se adecuan a todos los gustos, apuesta por las variantes de temporada.
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