Mascarillas chinas ponen al borde de la quiebra a fábricas estadounidenses en plena pandemia
En medio del auge de contagios por la variante Delta cualquiera pensaría que a las fábricas de mascarillas faciales les está yendo muy bien. Sin embargo, no es el caso para las manufactureras estadounidenses, que están en una situación crítica porque los productos chinos se están vendiendo más por ser baratos a pesar de su mala calidad
Las fábricas de mascarillas faciales de Estados Unidos han lanzado un llamado de alerta porque a pesar de que se está viviendo una situación crítica por las variantes del Covid-19, ellas están al borde de la quiebra, publicó The Hill.
Las manufactureras están pidiendo el apoyo del gobierno porque las empresas privadas y los gobiernos estatales y locales, han favorecido el consumo de las mascarillas chinas, que son mucho más baratas que las fabricadas en Estados Unidos.
La caída de la demanda ha obligado a los fabricantes de cubrebocas estadounidenses a prescindir de más de 5,000 empleados y prevén que la industria no llegue al próximo año a menos que reciban ayuda gubernamental.
“Con el virus empeorando, estamos muy preocupados de que esta industria no esté ahí para ayudar cuando más se necesita”, dijo Brent Dillie, gerente de la compañía Premium-PPE y presidente de la Asociación Estadounidense de Fabricantes de Mascarillas (AMMA).
“La industria está en una situación en la que se nos necesita, hay escasez de mascarillas, pero todos estamos despidiendo a nuestros empleados y tenemos un importante inventario de productos que no hemos podido vender”, explicó Luis Arguello Jr., vicepresidente de DemeTech.
Durante el 2020 DemeTech se convirtió en el mayor fabricante de mascarillas, antes de que los gobiernos y empresas privadas dejaran de comprar cubrebocas estadounidenses y favorecieran a los chinos. Por ese motivo la empresa se vio en la necesidad de despedir a 1,500 trabajadores en su división de máscaras, acumulando alrededor de 200 millones de tapabocas.
Las manufactureras de máscaras faciales están presionando al inquilino de la Casa Blanca para que adquiera cientos de millones de cubrebocas que se encuentran almacenados, para reforzar la Reserva Nacional Estratégica del gobierno federal y así mantener a flote a la industria.
“En general, el gobierno federal ha sido consistente comprando mascarillas estadounidenses”, apuntó Arguello. “Son los gobiernos estatales y locales los que no lo hacen”.
Los empresarios se quejan de que los estados recibieron importantes recursos del paquete de estímulo para atender la emergencia sanitaria y económica provocada por el coronavirus, pero han optado por comprar mascarillas KN95 de fabricación china que no cumplen con los estándares de EE. UU.
Por su parte la AMMA está solicitando que Congreso imponga estándares más estrictos a las máscaras compradas por los gobiernos estatales y locales, así como a los distritos escolares y hospitales.
Además, está pidiendo acciones por parte de la Organización Mundial del Comercio contra el país asiático por subsidiar el costo de las máscaras faciales, acusando al gobierno chino de congelar a los competidores extranjeros y crear una dependencia peligrosa en su industria para suministrar equipo de protección personal vital.
Los empresarios enfatizan que los estadounidenses necesitan equipos probados para bloquear la variante Delta, que se propaga mucho más fácilmente que las cadenas anteriores del virus.
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