Problemas del corazón y colesterol alto: comer mijo regularmente reduce el riesgo

El mijo es un tesoro nutricional y uno de los cereales más antiguos de los que se tiene registro. Un nuevo estudio comprobó que comer mijo reduce el colesterol y triglicéridos altos, la hipertensión y el IMC, un grandioso hallazgo que se suma a las recomendaciones de integrarlo como un alimento básico en la dieta

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Crédito: Shutterstock

La calidad de la dieta influye significativamente en la salud cardiovascular. De tal modo, no es ninguna novedad decir que existen alimentos que son simplemente fundamentales en la prevención de enfermedades cardíacas. Recientemente se ha comprobado que el mijo es uno de ellos, de acuerdo con el estudio publicado en Fronteirs in Nutrition: el consumo de mijo puede reducir el colesterol total, los triglicéridos, el IMC y la presión arterial. 

El estudio realizado por cinco organizaciones y dirigido por el Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para los Trópicos Semiáridos (ICRISAT), se enfocó en  analizar los datos de 19 estudios con la participación de casi 900 personas. Los resultados llegan en buen momento, ya que suman como un buen respaldo científico a los esfuerzos que nutricionistas y médicos , llevan haciendo por años con el objetivo de popularizar y devolver el mijo a las dietas. De manera específica han declarado que les interesa que el mijo sea considerado un alimento básico, para combatir la creciente prevalencia de la obesidad y el sobrepeso en niños, adolescentes y adultos.

Cabe mencionar, que el mijo es uno de los cereales integrales más antiguos de los que se tiene registro. Es el fruto de la planta gramínea del grupo de los cereales conocida por el nombre de Panicum miliaceum y viene en forma de pequeños granos brillantes. Este cereal se destaca por su sabor delicado, es muy consumido en Asia y África y tiene la inmensa ventaja de no contener gluten. De hecho en Europa se ha redescubierto su consumo gracias a la tendencia de dieta basada en plantas y cocina sana.

Es uno de los granos más ricos en hierro (60 gramos cubren el 41% de las necesidades diarias) y en magnesio (29%), es por ello un gran aliado en dietas vegetarianas, en casos de anemia, fatiga, debilidad física o psíquica. También, es uno de los cereales más energéticos, contiene 41 gramos de hidratos de carbono en una porción de 60 gramos. También aporta proteínas y grasas.

De acuerdo con los hallazgos del estudio: consumir mijo redujo el colesterol total en un 8%, reduciéndolo de niveles altos a normales en las personas estudiadas. También hubo otros hallazgos: una disminución de casi un 10% en los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (comúnmente visto como “colesterol malo”). Sin lugar a dudas una de las más grandes revelaciones es que a través de estas reducciones, los niveles pasaron de un rango superior a lo normal a lo normal. Todos estos conceptos son fundamentales en una buena salud cardiovascular. Además, consumir mijo disminuyó la presión arterial y la presión arterial diastólica disminuyó en un 5%.

De acuerdo con las declaraciones del Dr. S. Anitha, autor principal del estudio y nutricionista senior de ICRISAT: “Nos sorprendió mucho la cantidad de estudios que ya se habían realizado sobre el impacto del mijo en los elementos que afectan las enfermedades cardiovasculares. Esta es la primera vez que se han recopilado todos estos estudios y analizado sus datos para comprobar la importancia de su consumo.  Utilizamos un metanálisis y los resultados arrojaron resultados muy contundentes para mostrar un impacto positivo significativo en los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular “.

Otra genialidad que reveló el estudio y que llega como un buen hallazgo para las personas interesadas en bajar de peso: consumir mijo redujo el IMC en un 7% en personas con sobrepeso y obesidad. Lo mejor de todo es que aumenta la posibilidad devolver a un IMC normal. Cabe mencionar que todos los resultados se basan en el consumo de 50 a 200 gramos de mijo por día durante un período de 21 días a tres meses.

Entre las posibles explicaciones, los investigadores consideran que puede relacionarse con el alto contenido en ácidos grasos insaturados del mijo, con niveles de 2 a 10 veces más altos que el trigo refinado y el arroz elaborado, e inclusive es mucho más alto que el trigo integral.

Lo cierto es que este tipo de estudios llegan para enfatizar aún más el potencial del mijo como cultivo básico que tiene muchos beneficios para la salud. También refuerza la evidencia sobre cómo comer mijo puede contribuir a una mejor salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol no saludables y aumentar el cosumo de granos integrales y grasas insaturadas en la dieta.

También es un gran aliado para combatir el problema de la obesidad y sobrepeso, que están aumentando a nivel mundial tanto en los países ricos como en los más pobres, por lo que la necesidad de soluciones basadas en dietas más saludables es fundamental. El estudio identificó una serie de áreas de investigación futuras prioritarias, incluida la necesidad de estudiar todos los tipos diferentes de mijo y sobre todo comprender las diferencias que aporta cada variedad en conjunto con los diferentes tipos de cocción y procesamiento de mijo, con el objetivo de potenciar su impacto en la salud cardiovascular.

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