A Irina Baeva le hicieron la peor de las preguntas: “¿Estás consciente, Geraldine siempre será la esposa ante Dios?”

Irina Baeva es consciente de que a la fecha pareciera que no hay nada que ella pueda hacer o decir para que la opinión pública a su alrededor sea más pareja y favorable hacía su persona. Años han pasado. Mucho se ha dicho sobre su relación con Gabriel Soto, y sobre la de éste con Geraldine Bazán, y pareciera que poco se ha logrado.

Muchos expertos en el tema matrimonial aseguran que para que un matrimonio funcione el trabajo es mutuo, es de pareja. Si se falla, también se falla como pareja. Pero claro está que el tema siempre arma debate, para bien y para mal. En el caso de Irina ella casi siempre sale perdiendo. Y pareciera que son más los que esperan que su relación con Gabriel fracase, que los que realmente esperan que todo les vaya bien. Sobre todo porque él se ve feliz. Ella también. Incluso las hijas de éste han logrado entablar una relación amistosa con quien será su futura madrastra, puesto que a nivel nominal así será considerada. Es vista así por muchos. 

Lamentablemente ahora que la boda de Irina y Gabriel está cada vez más cerca, también vuelven a tomar fuerza los comentarios hirientes o las preguntas desdeñosas. Irina no es cerrada en sus redes sociales, por ahora, sigue manteniendo su perfil público y no privado. Por eso, para complacer a sus seguidores y ser incluso más cercana a éstos abre con relativa frecuencia, sesiones de preguntas y respuestas. Arriesgándose a recibir todo tipo de inquietudes que incluso puedan ser ofensivas e ir en detrimento de su persona.

Es así como llegó hasta ella, lo que muchos considerarían la peor de las preguntas, para una mujer que está pronta a casarse con un hombre divorciado: “¿Estás consciente, Geraldine siempre será la esposa ante Dios”? La actriz y modelo rusa, actual prometida a Gabriel Soto respondió todo, sin guardarse nada.

Con educación y delicadesa cruda respondió: “Y, por lo que veo, a ti eso te quita el sueño”. Cerro su mensaje con un “Bendiciones”. Muchos podrían creer que el acoso cibernético en su contra debería de haber disminuido con el paso de los años. Pero esto no necesariamente es así. Pareciera que le llegan días de calma y como el mar, este de repente se embravece y le llegan fuertes oleadas de lo que algunos denominarían odio. Con el tiempo, Irina ha logrado sobrellevar la situación. Pero ahora ha dejado de quedarse callada. Eso sí, tampoco esto la ha limitado a la hora de vivir su amor. Y pareciera que al día de hoy su historia con Gabriel Soto es una de las más solidas del mundo del espectáculo.

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