Demócratas impulsan reforma fiscal para recaudar dinero y dar dos cheques de estímulo más

Los demócratas de la Cámara de Representantes están negociando un plan presupuestario de $3,500 millones de dólares, aunque aún no se ponen de acuerdo en ciertos puntos que tienen que ver con los impuestos. Algunos de los cuales, los demócratas planean usar para dar más cheques de estímulo a las personas.

Los demócratas están planeando aumentar impuestos para los estadounidenses más ricos, inversionistas y grandes empresas, lo cual tiene una oposición casi unánime del Partido Republicano.

El presidente Joe Biden ya propuso una tasa corporativa del 28%, la cual sería más alta que la actual que es de solo el 21%. Sin embargo, algunos demócratas moderados piensan que la tasa debería de ser de solo el 25%, como lo ha propuesto Joe Manchin.

En el proceso, revocarían parcialmente la ley tributaria de 2017 del presidente Donald Trump.

Y es que una parte de esa ley de 2017 tiene que ver sobre cómo el gobierno cobra impuestos a las empresas multinacionales que están en los Estados Unidos, tomando en cuenta la ubicación de su sede y de dónde obtienen sus ganancias.

Los demócratas quieren reformar estas medidas para recaudar más dinero y asignarlo a más apoyos para los ciudadanos.

Si se logran hacer todos los cambios fiscales que se están negociando en estos momentos, el gobierno podría recaudar hasta $800,000 millones de dólares, según datos de Business Insider.

Con esta cantidad de dinero, le alcanzaría a la administración de la Casa Blanca para otorgar dos cheques de estímulo de $1,400 dólares, que serían similares a los que ya se han entregado a la mayoría de las personas en los Estados Unidos con la aprobación de la ley de estímulo del presidente Biden de $1,900 millones de dólares.

Algunos senadores, como Ron Wyden, Mark Warner y Sherrod Brown han propuesto poner fin a los incentivos para que las empresas del país trasladen sus operaciones fuera de Estados Unidos y quieren alentarlos a que, en su lugar, se expandan más a nivel nacional.

Y es que, al sacar sus operaciones fuera del país, las empresas pueden reducir su factura fiscal hasta muy por debajo del 21%. La ley tributaria de Trump tenía un sistema que le permitía a las empresas no pagar impuestos sobre sus ganancias en el extranjero.

Los demócratas están de acuerdo en este sistema, pero pretenden poner tasas impositivas más altas a una gama más amplia de ganancias.

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