Si comes mucho McDonald’s: aumentarás el riesgo de hipertensión y enfermedad cardíaca
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, casi el 40% de los estadounidenses consumen algún elemento de comida rápida todos los días y se asocia con graves consecuencias de salud a largo plazo. Una de las principales es el aumento en los casos de hipertensión y enfermedades cardíacas, derivado de su alto contenido en sodio y grasas saturadas
Este productos es uno de los de mayor éxito de la franquicia de comida rápida. Crédito: PAUL J. RICHARDS | AFP / Getty Images
Al pensar en comida rápida, es muy poco probable que venga a nuestra mente el concepto “saludable.” Lo cierto es que a pesar de las advertencias sobre los devastadores efectos de un alto consumo de fast food, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC): 1 de cada 3 adultos estadounidenses consumen comida rápida más de un día determinado de la semana. La realidad es que muchas personas recurren a estas comidas por lo accesibles y disponibles que son, de hecho para muchos McDonald’s (o un establecimiento similar) es el lugar más cercano a su casa donde pueden ir a comer algo caliente. Sin embargo basar la dieta en este tipo de comidas se asocia con graves consecuencias de salud a largo plazo, entre las que más han llamado la atención se encuentra un mayor riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas ¿La razón? El uso desmedido de sal.
Si bien es un hecho que de manera natural, la presión arterial de una persona tiende a descender levemente después de comer, ciertos alimentos pueden provocar un aumento de la presión arterial y en algunas personas, esta elevación excede el rango normal. El nombre médico de la presión arterial alta es hipertensión. La hipertensión puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Es por ello que una de las principales medidas de control para personas hipertensas es realizar cambios en el estilo de vida y dieta, uno de los principales se enfoca directamente en el consumo de sal y grasas saturadas.
El USDA estimó que unos 23,5 millones de estadounidenses vivían en un “desierto de alimentos”, con esto describen a ciertas áreas de bajos ingresos que se encuentran a más de una milla de un supermercado o alguna tienda grande de comestibles. Para las áreas rurales, el límite es de 10 millas. Además, a esto debemos de sumar que no tener vehículo, en general puede complicar aún más el acceso a alimentos nutritivos y asequibles. Es ahí en donde las cadenas de comida rápida se vuelven un recurrente recurso.
Si bien, es cierto que los menús de comida rápida ofrecen alternativas muy diversas y cuentan con platillos que son una buena fuente de proteínas. Consumir este tipo de comidas a largo plazo no es saludable y existen muchas razones que vale la pena tener en cuenta. En principio se trata de comidas fritas, lo cual hace que sean calóricas y ricas en grasas saturadas. También, en muchos casos la calidad de los productos cárnicos que utilizan no es la mejor, además suelen acompañarse de salsas y condimentos que pueden ser muy ricos en azúcar y añadir calorías adicionales.
Sin embargo el factor que más influye en la salud cardiovascular, sin lugar a dudas es su alto contenido en sodio. De hecho, las ofertas en McDonald´s y las más famosas cadenas de comida rápida, rara vez no tienen un alto contenido en sodio. De acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón, el consumo rutinario de demasiado sodio o más de los 2,300 miligramos por día sugeridos, puede poner en peligro la salud de su corazón a largo plazo.
Es bien sabido que la sal más allá de ser una forma fácil y económica de aportar sabor a las comidas, sobre todo a sus emblemáticas papas fritas. Además de ser magnífico conservador de alimentos y ayuda a que se mantengan frescos por más tiempo, un gran beneficio para este tipo de cadenas. El problema es que este tipo de cadenas restauranteras utilizan bastante desmesuradamente la sal.
Los elementos del menú de McDonald´s con más sodio:
– Big breakfast con hotcakes: Esta opción de desayuno aporta 2150 mg de sodio. Eso es mucho más de los 1500 mg recomendados para una dieta saludable para el corazón.
– Bacon & Cheese Sirloin Third Pound Burger: Esta delicia podría no ser la mejor opción en el amplio repertorio de McDonald´s, por sí sola contiene 2060 mg de sodio.
– Ensalada Premium Southwest con pollo crujiente: Sin aderezo contiene 910 mg de sodio, después de agregar un paquete de Newman’s Own Ranch Dressing agrega 530 mg más.
– McNuggets de pollo de 20 piezas: Aunque no lo creas los icónicos Mcnuggets no están exentos de una buena dosis de sal, contienen 1,680 mg es lo equivalente al 70% de la cantidad diaria recomendada de sodio para el adulto promedio
– Hamburguesa sencilla con queso y tocino: Este clásico de clásicos aporta 1,580 mg de sodio, es el 66% de la cantidad diaria recomendada de sodio para el adulto promedio
– Cuarto de libra doble con queso: Una de las hamburguesas más pedidas en McDonald´s es la la Quarter Pounder, que contiene 1300 mg lo cual es el 54% de la cantidad diaria recomendada de sodio para un adulto promedio.
¿Cómo influye la comida en la presión arterial?
Cuando una persona come, su cuerpo redirige la sangre al tracto digestivo para ayudar con la digestión. Esto provoca una disminución temporal de la presión arterial en otras partes del cuerpo. Para compensar, los vasos sanguíneos fuera del tracto digestivo se contraen, lo que hace que el corazón lata más rápido y con más fuerza. Esto ayuda a mantener una presión arterial saludable en todo el cuerpo.
Es por ello que algunas personas experimentan una caída persistente de la presión arterial después de comer. Esto sucede cuando los vasos sanguíneos fuera del sistema digestivo no se contraen. Los médicos se refieren a esta afección como hipotensión posprandial o presión arterial baja después de comer y es un hecho que las personas con presión arterial alta tiene más probabilidades de experimentarla.
El ayuno durante períodos prolongados también puede provocar una caída de la presión arterial. Además, puede aumentar el riesgo de que una persona desarrolle desequilibrios de electrolitos y deficiencias de nutrientes. Sin embargo, los expertos en medicina han comprobado que la principal causa del aumento generalizado en la presión arterial es la dieta. Los alimentos que contienen mucha sal pueden causar un aumento temporal, mientras que los alimentos con grasas saturadas presentan un riesgo a largo plazo.
La recomendación dietética principal para las personas con prehipertensión o hipertensión, es limitar la ingesta de alimentos que podrían aumentar aún más la presión arterial: alimentos que contienen sal o grasas saturadas. De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Nutrition, los investigadores encontraron que los sujetos del estudio que comieron una comida rápida con alto contenido de grasas y sodio vieron cómo su presión arterial se disparaba de 1,25 a 1,5 veces más, en comparación con la de un grupo que consumía comidas caseras.
La mayoría de los alimentos procesados y las comidas preparadas contienen altas cantidades de sal o sodio. El sodio hace que el cuerpo retenga el exceso de líquido y esto conduce a un aumento de la presión arterial. Por lo tanto es indispensable evitar el consumo de comidas rápidas, procesadas, sopas, verduras y carnes enlatadas, papas fritas, adobos y salsas.
Seguir una dieta rica en grasas saturadas también aumenta el riesgo de hipertensión. Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), las grasas saturadas aumentan la cantidad de lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol “malo” en la sangre. Los niveles altos de colesterol LDL conducen a la acumulación de depósitos de grasa llamados placas en las arterias, esto hace más estrechas las arterias y deja menos espacio para que fluya la sangre. El corazón lo compensa bombeando sangre con más fuerza, lo que resulta en un aumento de la presión arterial. Es importante vigilar el consumo de alimentos con un alto contenido de grasas saturadas: carne roja grasosa, aves de corral con piel, manteca de cerdo, comida frita, queso y otros productos lácteos y aceites tropicales, como coco, palmiste y aceite de palma.
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