Si comes mucho McDonald’s: las enfermedades mortales ligadas a un alto consumo de comida rápida

Cerca del 40% de los estadounidenses consumen comida rápida diariamente, si bien no es ninguna coincidencia que la obesidad y el sobrepeso también estén en niveles récord. Se ha descubierto que este nocivo hábito se relaciona directamente con 5 de las enfermedades crónicas más graves en la actualidad

Comida rápida

Conoce datos increíbles sobre cómo conseguir las papas fritas y hamburguesa más fresca. Y descubre qué elementos del menú será mejor evitar por su caducidad o toneladas de azúcar.  Crédito: Ready made | Pexels

No es ningún secreto decir que durante décadas una de las más importantes medidas sanitarias, se ha enfocado en advertir a la sociedad sobre los devastadores efectos de una dieta rica en comidas rápidas. A pesar de ello, los estadounidenses comen más comida rápida que nunca. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, casi el 40% de los estadounidenses consumen algún elemento de comida rápida todos los días. Con estos datos bastante alarmantes, no es ninguna coincidencia que la obesidad y el sobrepeso también estén en niveles récord.

Sin embargo, más allá de las graves consecuencias en el peso corporal, un alto consumo de comida rápida deteriora la salud en numerosos aspectos e inclusive tiene fuertes consecuencias negativas en la salud mental y el estado de ánimo. Si bien existen muchos aspectos preocupantes, esta popular costumbre se ha asociado de manera particular con 5 de las enfermedades crónicas más graves en la actualidad. 

1. Mayor riesgo de enfermedad cardíaca

Las dietas ricas en grasas saturadas y alimentos procesados, básicamente todas las comidas rápidas, se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Es bien sabido que este tipo de alimentos tienden a bloquear las arterias y con ello aumentar las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Expertos como la Asociación Estadounidense del Corazón recomiendan limitar la ingesta de grasas saturadas a no más de 13 gramos al día. Para mayor contexto: una Big Mac de McDonald’s y papas fritas grandes aportan 14 gramos, esto sin contar los otros alimentos que se consuman a lo largo del día. Además al tratarse de carbohidratos refinados y grasas saturadas, aumentan el riesgo de diabetes y obesidad, y sobre todo del sodio que puede estimular la presión arterial alta. 

Big Mac./Foto: Getty images

2. Riesgo de síndrome metabólico

Existen muchos elementos que caracterizan a las comidas rápidas que realmente pueden arruinar la salud, simplemente no existen sustitutos saludables. Sin embargo, los refrescos son uno de los más preocupantes, múltiples estudios han encontrado que beber refrescos endulzados con azúcar o refrescos dietéticos con regularidad puede aumentar el riesgo de desarrollar síndrome metabólico. Se trata de un conjunto de trastornos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, un derrame cerebral y diabetes, la principal razón es porque generar hipertensión, azúcar, colesterol y triglicéridos altos. Además, este tipo de comidas afectar al colesterol “bueno” y promueven una circunferencia de cintura grande, que se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y demencia.

Refrescos
Refrescos. /Foto: Shuttrstock

3. Más posibilidades de sufrir diabetes tipo 2

Existen diversos factores enfocados en el estilo de vida y la alimentación diaria que se relacionan directamente con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Entre los principales se encuentran la obesidad, comer demasiada azúcar agregada y consumir demasiados alimentos procesados, todo esto altera significativamente los niveles de glucosa. Y la razón principal es que el cuerpo se vuelve resistente a la insulina, la hormona asignada para regular el azúcar en sangre y prevenir la diabetes. De acuerdo con un relevante estudio de 15 años, el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina puede duplicarse cuando se come comida rápida más de dos veces por semana.

Postres comida rápida
Postres comida rápida. /Foto: Pexels

4. Hipertensión

La comida rápida tiene un alto contenido de grasas, calorías y sodio, estos son tres de los principales factores negativos en la presión arterial. De tal modo que un alto consumo de comidas rápidas aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión o presión arterial alta, lo que a su vez conlleva el riesgo de un ataque cardíaco y un derrame cerebral. Cabe mencionar, que la hipertensión es un enemigo silencioso que puede no presentar síntomas hasta que sea grave. De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Nutrition, los investigadores encontraron que los sujetos del estudio que comieron una comida rápida con alto contenido de grasas vieron cómo su presión arterial se disparaba de 1,25 a 1,5 veces más, en comparación con la de un grupo que comía una comida baja en grasas.

5. Cáncer

No hay más, se cuenta con diversos estudios en los que se ha comprobado que dos de los elementos más característicos de la industria de comida rápida: los azúcares agregados y carne procesada, aumentan significativamente el riesgo de cáncer. Un estudio de 2018 publicado en BMJ encontró que un aumento del 10% en los alimentos ultraprocesados ​​(esa amplia oferta de productos industriales que se relacionan con un alto contenido de grasas, grasas saturadas, azúcar y sal) en la dieta de una persona se asoció con un 12% más de riesgo de cáncer. Particularmente las bebidas, los productos azucarados, las grasas y las salsas que caracterizan a las comidas rápidas, se asociaron más fuertemente con un mayor riesgo de cáncer. También, los alimentos procesados ​​azucarados se relacionaron más fuertemente con el cáncer de mama.

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