De bebé abandonado en un basurero a millonario: la historia de Freddie Figgers
La vida nunca dejará de sorprendernos con historias como la de Freddie Figgers, un bebé que fue abandonado por su madre biológica pero que con voluntad y esfuerzo se convirtió en un hombre que hoy tiene negocios valorados en $62 millones de dólares
La historia de Freddie Figgers es digna de un guion de película. Cuando recién nació fue abandonado por su madre biológica en un depósito de basura en Florida, Estados Unidos, publicó Expansión.
Desde eso momento Freddie tuvo que empezar a luchar y lo hizo llorando, ya que gracias a su lamento un vecino se percató de su existencia y logró salvar su vida.
Su pelea por salir adelante continuó en el hospital, donde pasó varios días recuperándose para finalmente ser trasladado a un hogar de adopción, donde una pareja lo eligió para que fuera parte de su familia.
Lamentablemente las malas experiencias no terminaron ahí, ya que en la escuela los niños se burlaban de él: “me llamaban ‘bebé basura’, me decían ‘nadie te quiere, eres sucio’. Recuerdo ocasiones en las que me bajaba del autobús escolar u otros niños me agarraban y me tiraban en botes de basura y se reían de mí”, relató Figgers a BBC.
Pero la vida tenía algo reservado para Figgers. A la edad de nueve años, solía salir con su papá, Nathan, a realizar recorridos para hacer lo que ellos llamaban “buceo de basura”, visitando vecindarios en busca de cosas que la gente hubiera tirado, porque como recuerda el hoy empresario: “lo que para un hombre es basura, para otro es un tesoro”.
En una tienda de segunda mano encontraron una computadora usada y convencieron al propietario que se las vendiera por $24 dólares. El joven la revisó, y tras varios intentos la reparó y desde ahí toco comenzó a cambiar.
La experiencia se convirtió en un escape al acoso escolar y al mismo tiempo en una catapulta que cambió para siempre su vida.
Freddie Figgers aprendió el lenguaje de las computadoras y comenzó a trabajar a los 12 años. Con la ayuda de la alcaldesa de Quincy y con el permiso de sus papás comenzó a reparar las computadoras averiadas del lugar.
A la edad de 15 años fundó su primera empresa: Figgers Computers y a los 17 años ya contaba con 150 clientes que necesitaban sitios web y almacenamiento para sus archivos.
A los 23 años ganó $2.2 millones de dólares por la venta de un programa de rastreo GPS y en 2014, luego de la muerte de su padre, fundó Figgers Communications, empresa dedicada al desarrollo de programas de software.
Figgers creó también la empresa de telecomunicaciones Figgers Wireless, para proveer a su comunidad rural con conexiones rápidas de internet. Incursionó en el mercado de smartphones y en productos enfocados en ayudar a las personas como medidores de glucosa inalámbricos. Sus empresas están valuadas hoy en $62 millones de dólares.
“Aprendí que el dinero no es más que una herramienta y me propuse hacer todo lo posible para tratar de dejar el mundo mejor cuando sea mi turno de irme, porque mi padre, sin ser rico, tuvo un impacto en la vida de mucha gente, y yo quería hacer lo mismo”, comenta el empresario.
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