El ángel de la guarda: ¿cómo puedes sentir su energía?
Cuando pensemos en un ángel guardián, recordemos que lo tenemos y que siempre están para protegernos y acudir a nuestro llamado cada vez que lo necesitemos
Para la mayoría de nosotros, el ángel de la guarda ha estado presente en nuestras vidas desde que éramos pequeños. Nuestras madres rezaban con nosotros la famosa oración “ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día” antes de ir a dormir. Este ser de luz se convirtió, pues, en un compañero inseparable que nos protege y ayuda en todo momento.
Muchos, sin embargo, se preguntan: ¿existe en realidad? ¿O es solo un ser imaginario que se creó para que no sintiéramos miedo ni soledad?
El ángel de la guarda en efecto existe y, de acuerdo a mi experiencia personal con los ángeles, en realidad es más de uno. He visto en algunas personas dos seres de luz que les acompañan, en otras tres, etc.
Los ángeles guardianes son seres que tienen como tarea el acompañarnos durante toda nuestra permanencia en esta vida, así que están con nosotros desde que nacemos hasta que morimos. Muchos dicen que incluso estos ángeles ayudan a las personas en su transición hacia el otro mundo.
Así no los tengamos en cuenta, ellos siempre están con nosotros, pero para que podamos sentir su presencia vivamente, es necesario que les pidamos.
Al pedirles, nuestros ángeles de la guarda pueden intervenir en nuestra vida dándonos señales, mensajes, mostrándonos de forma sutil lo que más nos conviene. Por lo tanto, si tú deseas sentir su presencia en tu vida, es necesario que estés más atento a esas cosas que suceden a tu alrededor pues pueden ser mensajes que tus ángeles guardianes te están enviando.
Un ejercicio que puedes hacer para conectarte con tus ángeles es el siguiente:
- Relájate, respirando hondo y despacio varias veces.
- Ponte en la presencia de Dios y de la luz. Basta con decir esas mismas palabras para lograrlo (“Me pongo en la presencia de Dios y de la luz”).
- Pide la presencia de tus ángeles guardianes.
- Da las gracias a Dios y a ellos por permitir ese contacto.
- Luego, puedes iniciar con una pregunta sencilla como: “¿Qué mensaje quieren entregarme hoy?” o “¿Qué nombres les dio Dios?”.
- Espera a que la respuesta llegue. Aquí es importante no forzarla. El secreto consiste en no presionar las respuestas, sino soltarte y dejar que lleguen. Si este ejercicio se hace con constancia, es seguro que los mensajes llegarán.
Así que para poder establecer o, mejor, fortalecer esa amistad con tus ángeles guardianes, solo basta que lo desees de corazón y pedirles desde allí con fe que te ayuden. Poco a poco irás sintiendo su dulce y amorosa presencia en tu vida.
El 2 de octubre se celebra la fiesta del ángel de la guarda, ¡así que comienza tu conexión con tus ángeles hoy!