No se cumple la voluntad de Martha Sepúlveda, la mujer colombiana que moriría el domingo pasado ayudada por la eutanasia
El pasado domingo, Martha Sepúlveda debía trascender con ayuda de una práctica de eutanasia que fue aprobada por las autoridades de su país; sin embargo, estos decidieron dar marcha atrás por dudas en su diagnóstico de ELA
Toda la semana, en diversas partes del mundo, se estuvo hablando del caso de una mujer colombiana llamada Martha Sepúlveda, la cual habría decidido morir el pasado domingo 10 de octubre ayudada por una práctica de eutanasia, avalada por un visto bueno dado por la Corte Constitucional de aquel país, la cual en julio de este año autorizó que pudieran acceder a estos procedimientos de una “buena y digna muerte” aquellas personas que padecen una enfermedad, sin que necesariamente fuera terminal.
Hace 3 años, Sepúlveda fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la cual en poco tiempo ha ido mermando su estado físico, por lo que no desea seguir con vida. Aunque es una ferviente católica, considera que Dios “no la quiere ver más sufrir”.
Así que apoyada por su hijo y hermano, Martha metió su solicitud para ser candidata a una eutanasia, falló que en primera instancia había salido a su favor y por ende, se estableció que pondría fin a su vida el pasado domingo con ayuda de una muerte asistida.
Sin embargo, el sábado por la tarde, el Instituto Colombiano del Dolor (Incodol), encargado del procedimiento, señaló en un comunicado que decidió cancelar el procedimiento al “contar con un concepto actualizado del estado de salud y evolución de la paciente” con el que “se define que no se cumple con el criterio de terminalidad como se había considerado”.
“El derecho a morir dignamente es un derecho de cada quien. El Estado no tiene que meterse en esa decisión ni nadie. Si queremos que se respeten nuestras creencias y decisiones íntimas, comencemos por respetar las de los demás”, expresó el representante a la Cámara Juan Fernando Reyes en apoyo a la mujer.
¿Qué sigue en el caso de eutanasia de Martha Sepúlveda?
DescLab es el grupo de abogados que representan a Sepúlveda, los cuales al conocer la determinación del Incodol, interpusieron una acción de tutela “para que los jueces conozcan su caso y protejan sus derechos fundamentales”.
De igual modo, los abogados expusieron también el Acta del Comité para Morir Dignamente de la IPS, en el que se argumentó que la paciente tiene expectativas de vida que superan un tiempo no mayor a 6 meses y mantienen su postura de que la enfermedad de su cliente, además de “grave y dolorosa”, es “incurable y degenerativa”.
“Nos enteramos que la razón es que Martha, según ellos, no tiene una enfermedad terminal. Esta decisión es ilegítima y arbitraria porque la Corte Constitucional, a través de la sentencia C233 de 211, eliminó este requisito para acceder a la eutanasia… La están obligando a tener una vida que ella no está disputa a seguir viviendo con unos sufrimientos y dolores que son incompatibles con su idea de dignidad”, declaró Lucas Correa, abogado de DescLab, en entrevista para La FM.
Otros expertos en salud y que apoyan la eutanasia han alzado la voz a favor de esta mujer, como el doctor Carlos Valdivieso, presidente del Colegio de Médicos de Antioquia, quien pidió a los abogados agoten todos los recursos que le permitan a la paciente conseguir su cometido.
“Los médicos no aceptamos ningún otro tipo de presión sobre nuestras acciones. Evidentemente, hace parte del derecho de los médicos su autonomía, pero también el derecho de objeción de conciencia. En este caso, invitamos a la paciente a hacer uso de las herramientas jurídicas que le establece un Estado de Derecho como el colombiano”, puntualizó en entrevista para RCN Radio.
La misma emisora radiofónica conversó con el doctor Luis Alfredo Villa, quien explicó que la ELA es incurable y que desde el momento en que es diagnosticada, los pacientes tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir.
“Una vez se diagnostica, prácticamente le quedan 3 años de vida a la paciente, puede variar porque cada ser humano tiene un tipo de respuesta diferente, pero el 70 y 80% de las personas muere 3 años después. La persona pierde fuerza en brazos y piernas, posteriormente, la capacidad de deglución, es decir, tragar, y luego la capacidad para respirar. Mueren en estado de asfixia, por eso necesitan equipos de apoyo que les den la posibilidad de respirar y muchas veces ayuda para alimentarse”, explicó el especialista.
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