Según nueva investigación, los alimentos operan en el cuerpo igual que las medicinas
Un mayor conocimiento de las similitudes entre los alimentos y los medicamentos podría ayudar a desarrollar dietas para combatir enfermedades crónicas. Así lo sugieren los expertos de la Universidad de Utrecht, quienes encontraron una cantidad sorprendente de nutrientes que tienen los mismos efectos médicos que los compuestos farmacéuticos
La alimentación es la mejor medicina y no es una frase trillada. Los expertos en farmacología de la Universidad de Utrecht, descubrieron que los nutrientes pueden funcionar de formas sorprendentemente similares a los medicamentos. De manera más específica concluyeron que un mayor conocimiento de las similitudes entre los alimentos y los medicamentos podría ayudar a desarrollar dietas para combatir enfermedades. A estas alturas todos sabemos que seguir una dieta mediterránea que promueve el consumo de alimentos ricos en fibra, frutas y verduras enteras, son elementos indispensables en una nutrición saludable. Pero en muchos casos, no está claro qué es exactamente lo que los hace tan saludables. De acuerdo con esta reciente investigación, una cantidad sorprendentemente grande de nutrientes en los alimentos tienen los mismos efectos médicos que los compuestos farmacéuticos.
Los científicos analizaron más de 200 estudios que mostraron cómo los nutrientes afectan las células de nuestro cuerpo. Específicamente, se enfocaron en cómo los nutrientes pueden unirse a las células y, en consecuencia, afectar el sistema inmunológico. Las células pueden responder a la unión de componentes nutricionales específicos, por ejemplo, inhibiendo la inflamación o las reacciones alérgicas. Es bien sabido que muchos medicamentos farmacéuticos funcionan de la misma manera. Tanto los compuestos nutricionales como los fármacos pueden unirse a las células, utilizando las mismas “estaciones de acoplamiento” llamadas receptores celulares, y tienen efectos similares sobre el sistema inmunológico.
La importancia de la inflamación:
A estas alturas todos sabemos que la inflamación es una respuesta natural del sistema inmunológico, sin embargo cuando se presenta en forma excesiva y crónica es el origen de numerosas enfermedades. Es por ello, que los investigadores se centraron en la inflamación porque las respuestas inflamatorias están involucradas en la mayoría de las enfermedades no transmisibles, como el cáncer, la diabetes, la obesidad, la hipertensión y las enfermedades cardíacas y pulmonares. Estas enfermedades son la principal causa de muerte en todo el mundo y representan alrededor del 71% de todas las muertes.
De acuerdo con la autora principal del estudio Saskia Braber, investigadora del Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Utrecht: “Sabemos desde hace mucho tiempo que nuestra dieta juega un papel importante en nuestra salud. Pero ese conocimiento es bastante amplio. Abarca toda la dieta e incluye todo tipo de alimentos. Vemos que ciertos nutrientes pueden unirse con mucha precisión a receptores específicos de células particulares, al igual que lo hacen los medicamentos. El hecho de que los nutrientes pueden afectar positivamente los procesos celulares de una manera tan específica, es sorprendente.”
Para tener una mejor idea de esto, los investigadores hicieron un inventario de quince tipos de receptores celulares y los nutrientes que se unen a estos receptores. Esto dio como resultado una amplia descripción que comprende decenas de nutrientes, los receptores a los que se unen y las respuestas inmunitarias específicas que se modulan.
Nutrición personalizada y mejores dietas:
Según Braber y sus colegas, este conocimiento podría conducir a mejores y más específicas dietas, diseñadas para combatir ciertas enfermedades. De acuerdo con los científicos, cuando nos enfrentamos a determinada enfermedad, es posible determinar qué respuestas inmunitarias están involucradas. Y después, es posible averiguar qué receptores celulares están vinculados a estas respuestas y una vez que conoces el receptor, también puedes encontrar los nutrientes asociados para combatir o incluso prevenir la enfermedad.
Sin lugar a dudas este tipo de hallazgos llegan como un reto importante no solo para los profesionales de la salud, también para los gobiernos que deberán de buscar enfoques mucho más completos en la prevención de enfermedades. Y uno de los principales deberá ser crear estrategias alimenticias específicas para cada enfermedad, lo cual deberá ser parte fundamental de la prescripción médica.
Probablemente el principal reto para Braber y sus colegas, es que ahora tienen como objetivo cerrar la brecha entre farmacólogos y nutricionistas. De acuerdo con Braber: “Durante mucho tiempo, los farmacólogos ignoraron en su mayoría los conocimientos de la investigación nutricional. Consideraron que los alimentos eran una mezcla de sustancias que exhibían efectos diferentes. Ahora es el momento de que los farmacólogos se den cuenta de que los alimentos pueden tener efectos medicinales muy específicos”.
Por fortuna cada día son más los expertos y científicos que promueven los relevantes beneficios de seguir una dieta natural, para prevenir todo tipo de complicaciones de salud. Finalmente, aunque actualmente existan todo tipo de “dietas de moda” el mejor esquema siempre será aquel que promueva el equilibrio y se base en el consumo de alimentos integrales. Tal como lo sugiere la dieta mediterránea se trata de seguir estilo de vida que nos invita al disfrute de la vida y los ingredientes frescos y locales, con ello asegura un mayor consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas, nueces y pescados grasos. Además, nos invita a limitar el consumo de carnes y evitar a toda costa los alimentos ultraprocesados y el azúcar. Es bien sabido que son detonantes activos de la inflamación y el origen de todas estás enfermedades crónicas.
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