Huesos rotos: pandillero lideró paliza a guardias en prisión de Nueva York

Mientras un recluso de la pandilla Bloods golpeaba y pateaba a dos guardias, otros detenidos les arrojaron sillas y una mesa. "Hemos perdido 500 oficiales correccionales debido a renuncias y jubilaciones" en 2021, se quejó el sindicato

Cadena Perpetua

Interior de una cárcel. Crédito: Dan Kitwood | Getty Images

Dos guardias de prisión sufrieron fracturas en una pierna y un dedo, como resultado de un altercado con un miembro de la pandilla Bloods en un centro de detención en El Bronx, el miércoles.

Los oficiales estaban tratando de mover al recluso de un área de alojamiento en el “Vernon C. Bain Center”, una barcaza que usa como cárcel, cuando fueron atacados, dijo el presidente del sindicato Asociación de Benevolencia de Oficiales de Corrección, Benny Boscio Jr.

Mientras el recluso golpeaba y pateaba a los agentes, otros detenidos les arrojaron sillas y una mesa, narró Boscio a Pix11. Los rebeldes sólo se detuvieron cuando un capitán de corrección lanzó gas pimienta.

Boscio se ha quejado durante mucho tiempo de que se necesitan más oficiales correccionales para mantener la seguridad en las cárceles. Y ayer acusó al comisionado del Departamento de Correcciones (DOC), Vincent Schiraldi, por el nuevo ataque.

“Este último asalto despiadado contra nuestros oficiales penitenciarios se atribuye directamente al hecho de que el comisionado Schiraldi no entregó los 600 oficiales penitenciarios que prometió contratar a fines de este mes”, afirmó. “Después de no contratar oficiales correccionales durante casi tres años, el Departamento contrató sólo 64 oficiales hace varias semanas y sólo 39 oficiales esta semana. Ya hemos perdido 500 oficiales correccionales debido a renuncias y jubilaciones desde enero. Nuestra crisis de personal es el resultado de la falla del departamento para garantizar que haya niveles óptimos de personal para proporcionar los niveles más altos de seguridad”.

Cerca de “Vernon C. Bain Center” se ubica Rikers, la principal prisión de NYC. Las instalaciones carcelarias de la ciudad han enfrentado críticas durante años y en 2021 han muerto 14 reclusos.

Los llamados a cerrar Rikers se han convertido en un debate político, y además se ha creado un círculo vicioso de muertes, ausentismo laboral y violencia, lo que motivó a la gobernadora Kathy Hochul a autorizar la liberación de más reclusos. La situación incluso se denominó “crisis humanitaria”.

En una entrevista la semana pasada, el comisionado Schiraldi se refirió a un reporte de The New York Times que afirmaba que los detenidos y no el personal dirigían efectivamente la prisión Rikers. “Los presos tienen el control”, admitió. “No voy a cuestionar el informe del Times“.

En esta nota

Departamento de Corrección (DOC) El Bronx

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