Extraño caso policial: hispana fue baleada, nunca se recuperó de sus heridas y décadas después declaran homicidio en Nueva York
Siendo joven, Lydia Rivera fue herida de bala, pero llegó a vivir 86 años. Su muerte aparentemente natural ya siendo anciana, ahora resultó ser homicidio. Pero como ha pasado tanto tiempo, será muy difícil identificar al asesino
Una de las morgues de NYC, en Midtown East. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía
Nueva York tiene toneladas de historias policiales, algunas destacan por su violencia, otras por su peculiaridad; muchas se resuelven, otras no.
Un caso insólito relativamente reciente en realidad data de hace muchos años, involucrando una joven mujer herida de bala y su muerte aparentemente natural ya siendo anciana, que ahora resultó ser homicidio. Pero como ha pasado tanto tiempo, será muy difícil atrapar al asesino o tan siquiera saber si sigue vivo.
El 19 de diciembre de 2020, Lydia Rivera, anciana de 86 años, fue encontrada muerta en su apartamento en 2375 Southern Boulevard, vecindario Belmont, en El Bronx. En principio el forense pensó que había fallecido por causas naturales, pero 10 meses después, el pasado 20 de octubre, el caso pasó a considerarse un homicidio, después de determinarse que Rivera murió por “complicaciones de una herida de bala remota en el torso”, según Julie Bolcer, portavoz del médico forense.
Bolcer informó que la herida de bala ocurrió hace entre 40 y 50 años, “pero sigue siendo un factor principal en la muerte. También se conocen como homicidios diferidos”.
El hijo de Rivera dijo a la policía que su madre recibió un disparo en la espalda y quedó paralizada de la cintura para abajo en algún lugar de la ciudad hace entre 40 y 50 años. Sin embargo, no pudo proporcionar detalles adicionales sobre el tiroteo porque no había estado en contacto con ella desde que era un niño.
La policía buscó un registro del tiroteo en vano y ni siquiera estaba segura de si se informó, dijo una portavoz de NYPD. Así que ahora la investigación se cerró con una designación de “autorización excepcional”, dijeron fuentes policiales al New York Post.
