Trabajadora de Tesla demanda a la compañía porque supervisores le proponían sexo
Telsla, le empresa del millonario Elon Musk, es acusada de acoso sexual; aseguran que la compañía opera como una “casa de fraternidad” y que los trabajadores y supervisores acosan verbalmente a las mujeres
Tesla recibió una nueva demanda en la que se le acusa de que las empleadas de la compañía enfrentan un “acoso sexual desenfrenado”, publicó The Washington Post.
La acusación proviene de Jessica Barraza, una empleada en la fábrica en Fremont, California , quien acusa que Tesla fomenta una cultura laboral de “pesadilla”.
La mujer que acusa trabaja en el turno nocturno y asegura que continuamente fue objeto de acoso sexual por parte de compañeros de trabajo y supervisores, pues acostumbran dirigirse a ella con comentarios lascivos y contacto físico no solicitado.
“El piso de la fábrica de Tesla se parece más a un sitio de construcción tosco y arcaico o una casa de fraternidad que a una empresa de vanguardia en el corazón del progresivo San Francisco Bay Area”. Jessica Barraza, empleada de Tesla.
Según los documentos judiciales que forman parte de la demanda presentada el jueves, la acusada señala que: “La cultura generalizada del acoso sexual, que incluye un aluvión diario de lenguaje y comportamiento sexista, incluidos los frecuentes manoseos en el piso de la fábrica, es conocida por los supervisores y gerentes y, a menudo, es perpetrada por ellos”.
La acusación describe que Barraza sufrió acoso por tres años y que a pesar de que hizo saber los hechos a los responsables de recursos humanos, Tesla no hizo nada para investigar o abordar el evento.
Los abogados de Barraza increpan que Tesla violó la ley al no prevenir el acoso sexual en la planta, a pesar del conocimiento de los incidentes.
Barraza, de 38 años, acusó que sus supervisores le propusieron sexo en múltiples ocasiones y sus compañeros de trabajo a menudo le gritaban términos despectivos y en otras la describían como con una “figura de botella de Coca-Cola” o un “botín de cebolla”.
En la demanda se describe que en diferentes ocasiones compañeros de trabajo le tocaron el trasero sin permiso, y que uno de ellos le metió la pierna entre los muslos.
Los incidentes hicieron que Barraza se sintiera insegura en la fábrica y generaron frecuentes ataques de pánico: “Ahora tiene miedo de estar sola en espacios públicos rodeada de hombres que no conoce. Su médico la ha sacado del trabajo, está tomando medicamentos y en terapia, y ya no es la misma persona que solía ser“, describe la demanda.
Los abogados de la afectada buscan una compensación para Barraza junto con una orden judicial para detener el acoso en la fábrica.
The Washington Post confirmó que tres trabajadoras actuales y anteriores de Tesla en la fábrica de Fremont confirmaron los relatos de Barraza y que también presenciaron o experimentaron acoso sexual en el lugar de trabajo.
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