Queso procesado americano o cheddar: qué tan bueno es para la salud comerlo a diario
El queso cheddar es uno de los más consumidos y favoritos de los estadounidenses. Sin embargo debido a su alto contenido en grasas y calorías, muchas personas dudan sobre su consumo. La buena noticia es que en cantidades moderadas se asocia con algunas bondades ¡Toma nota!
Existen pocos alimentos tan apreciados en Estados Unidos como el queso, es un alimento simplemente irresistible, del cual existen suculentas variantes. Sin lugar a dudas, el queso cheddar o americano es uno de los favoritos para los estadounidenses y se ubica en la cima de las encuestas como uno de los quesos más consumidos. Se utiliza para picar y en numerosas recetas ya que tiene la gran virtud de derretirse muy fácilmente, al ser tan consumido de manera cotidiana es muy normal que muchas personas se pregunten sobre sus efectos en la salud a largo plazo. Si bien el queso cheddar es una adición deliciosa a muchos alimentos reconfortantes, no necesariamente tiene la reputación de ser bueno para la salud. A muchas personas les preocupa el alto contenido de calorías y el contenido de grasas saturadas del queso cheddar. De acuerdo con los expertos, es un producto que tiene inconvenientes nutricionales, y también algunos beneficios de los cuales hablaremos en este artículo ¿El secreto? Consumirlo en cantidades moderadas para que forme parte de un estilo de vida saludable.
El queso cheddar lleva el nombre del pueblo inglés de Cheddar en Somerset Inglaterra, en donde fue creado por primera vez en el siglo XI. Resulta que fue la región idílica para la producción del queso por sus cuevas húmedas y frescas que proporcionaban las condiciones de humedad perfectas para que el queso madurara. Sin embargo, desde su creación en Inglaterra en algún momento del siglo XII, este sabroso producto lácteo se abrió camino en los corazones de los amantes del queso en todo el mundo. Hoy en día, el cheddar es uno de los quesos favoritos de los estadounidenses, ya sea que se sirva en macarrones con queso cremosos, como el complemento perfecto en hamburguesas, sándwiches, hot-dogs y nachos, y como una chisporroteante adición en un sin fin de recetas.
Un poco sobre su información nutricional:
Como muchos productos lácteos, el queso cheddar es rico en calcio. Es bien sabido que es uno de los minerales más importantes para ayudarnos a desarrollar huesos fuertes, también juega un papel en la coagulación de la sangre y en varias otras funciones importantes. Complementario a ello el queso cheddar puede ser una gran fuente de: proteínas, grasas, vitamina A, vitamina K.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), una onza (28 gramos de queso cheddar) aporta el siguiente valor nutricional:
- Calorías: 120
- Grasas: 10 g
- Sodio: 190 mg
- Hidratos de Carbono: 0 g
- Fibra: 0 g
- Azúcares: 1 g
- Proteína: 7 g
– Carbohidratos: como muchos tipos de queso, el queso cheddar no contiene carbohidratos. Esto significa que tampoco tiene fibra y poco o nada de azúcar.
– Grasas. La mayoría de las preocupaciones de salud sobre el queso cheddar se centran en su contenido de grasa y, más específicamente, en su contenido de grasa saturada. Es cierto que el queso cheddar de leche entera tiene un alto contenido de grasa total (10 gramos por onza) y grasa saturada (6 gramos por onza). Es bien sabido que una de las principales recomendaciones dietéticas actuales es seguir una dieta baja en grasas saturadas, no solo para cuidar el peso corporal, en realidad es muy importante para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
– Proteínas. Es bien sabido que el queso es una buena fuente de proteínas, una onza de queso cheddar aporta 7 gramos de proteínas y esto es lo equivalente al 30% de sus calorías totales.
– Vitaminas y minerales. El calcio es la estrella obvia de micronutrientes del queso cheddar, una porción de 1 onza contiene 200 mg o el equivalente al 20% de la dosis diaria recomendada. La buena noticia es que no solo ofrece calcio: una onza proporciona el 10% de la dosis diaria de vitamina A y el 14% del fósforo, además contiene pequeñas cantidades de zinc, selenio y riboflavina. Sin embargo, existe una recomendación muy importante y es su contenido en sal: el queso cheddar puede ser relativamente alto en sodio a 190 mg por onza. De tal modo que las personas que sufran de hipertensión o algún antecedente de enfermedades cardíacas deberán tener mucha cautela.
Algunos de sus beneficios para la salud:
Aunque la mayoría de las personas pueden asociar el queso cheddar como un alimento reconfortante y calórico, en realidad tiene bastantes beneficios nutricionales notables. Siempre y cuando se consuma con cautela y no diariamente, la realidad es que existen otras variantes de quesos que son más ligeros para integrar en la dieta diaria.
1. Desarrolla huesos sanos
Por supuesto esto se relaciona dircetamente con su considerable contenido en calcio, es por ello que el queso cheddar es un buen aliado que contribuye a mantener la salud de los huesos. Es bien sabido que obtener suficiente calcio es fundamental para prevenir la osteoporosis y la degeneración de la densidad ósea.
2. Construye músculo
Es bien sabido que las proteínas son el macronutriente más importante en la construcción del músculo y claro, en otras importantes funciones del cuerpo. Los 7 gramos de proteína por onza que aporta el queso cheddar, lo convierten en una extraordinaria fuente de proteína para complementar diversos platillos. La proteína no solo ayuda a desarrollar músculo, es necesaria para la producción de enzimas, dando estructura a las células, manteniendo el equilibrio de líquidos y mucho más.
3. Denso en calorías
Claro este podría ser un arma de doble filo, ya que los alimentos que brillan por su alto contenido en calorías nunca son recomendables sobre todo para el peso corporal y la salud cardiovascular. Además en exceso pueden aumentar el riesgo de padecer obesidad, diabetes y otras condiciones crónicas. Sin embargo, integrarlo de manera equilibrada en la dieta aporta mucha energía y saciedad, por ejemplo es una buena edición para antes de hacer actividad física o entrenar.
4. Puede ayudar con la pérdida de peso
Aunque no lo creas y a pesar de lo que puede haber escuchado sobre los efectos del queso y el aumento de peso. Existe un fenómeno conocido como la paradoja de los lácteos enteros que está volviendo esta creencia. La investigación ahora sugiere que eliminar la grasa de los productos lácteos en realidad puede hacer que sea más probable que aumente de peso, lo que hace que la grasa completa sea la mejor opción para controlar el peso.
5. Compatible con dietas cetogénicas y bajas en carbohidratos
Una de las dietas más populares hoy en día es la tendencia cetogénica, que se inspira en un restrictivo consumo de carbohidratos y una alta ingesta de grasas. Entonces el queso cheddar es una maravillosa adición, debido al alto porcentaje de grasa que contiene este queso, es compatible con estos planes de alimentación. Lo mejor de todo es que contiene cero carbohidratos, por lo tanto es un básico en este tipo de pautas.
6. Bajo en lactosa
Cuando se trata de lactosa, no todos los quesos son iguales. El cheddar se encuentra entre los quesos añejos más duros y es por ello que en realidad es bastante bajo en lactosa, lo que significa que las personas intolerantes a la lactosa a menudo pueden comerlo sin síntomas desagradables como hinchazón, malestar estomacal y gases. De cualquier forma sigue siendo un producto lácteo y en muchos casos se podrán presentar molestias.
7. Su papel en las alergias
Aunque es bajo en lactosa, el queso cheddar todavía contiene caseína y suero, dos componentes que pueden desencadenar una respuesta inmunológica en personas con alergia a los lácteos. Por lo tanto, en el caso de personas que son alérgico a los lácteos, tendrán que mantener el queso cheddar fuera del menú.
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