Brian Cox se preocupa realmente por la obsesión de Jeremy Strong con su personaje en ‘Succession’
El veterano actor Brian Cox no comparte la intensidad con la que su compañero de reparto, Jeremy Strong, aborda sus personajes y le preocupa realmente que esa dedicación extrema a su trabajo le acabe pasando factura de la peor forma posible
Jeremy Strong podría ser más Kendall Roy de lo que le gustaría incluso al elenco de ‘Succession’. Un nuevo perfil del actor en The New Yorker se centra casi exclusivamente en los extremos intensos, a veces cuestionables, a los que ha llegado para papeles en su carrera y como Kendall en el exitoso programa de HBO.
En el rodaje de la segunda temporada, por ejemplo, él solo pisaba el departamento de maquillaje si no había nadie más allí, y en declaraciones a dicha publicación, su compañero de reparto Kieran Culkin, que da vida a su hermano menor, reconoce que no comprende cuál es su proceso para preparar una escena, ya que Jeremy se niega a ensayar.
Brian Cox, su padre en la ficción, también habló en el programa Late Night with Seth Meyers sobre este método intenso y técnicas ‘obsesivas’ de Jeremy, pero fue más diplomático y se preocupó porque no sepa establecer límites.
“Simplemente siento que él tiene que ser más amable consigo mismo y, por lo tanto, tiene que ser un poco más amable con los demás”, explicó.
“El problema con el enfoque de Jeremy es que funciona en términos de lo que consigue”, dijo Brian en entrevista.
Luego quiso dejar claro que no estaba exagerando y que teme realmente que su amigo acabe agotado en cuestión de unos años, al igual que ocurrió con otros intérpretes como Daniel Day Lewis, que abandonó la actuación a los 55.
“No tengo ningún problema con Jeremy, es encantador. Es uno de los mejores padres que he conocido nunca: tiene tres hijas y es un padre extraordinario. Es un individuo bastante único”, dijo, sin embargo, aún así agregó: “Él se obsesiona con el trabajo. Y me preocupa lo que le haga a él, porque si no puedes separarte, porque estás lidiando con todo este material todos los días, no puedes vivir en él. Eventualmente, te cansas”.
La obsesión, sin embargo, tiene un tinte de tragedia: en el perfil del New Yorker se lee como alguien que está tan inmerso no solo en roles individuales, sino en la realidad general de la profesión de actor, que de alguna manera se perdió a sí mismo.
“Empecé a preguntarme si había estado entrevistando a un actor que interpretaba a Kendall Roy o a un personaje que se hacía pasar por Jeremy Strong”, señaló el escritor del perfil, Michael Schulman.
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