Condenan a un hombre por envenenar a su esposa con un helado lleno de opioides
David L. Pettis fue acusado de asesinato en primer grado por matar a su esposa a través de medicamentos de control en una cantidad letal vertidos en un helado
David L. Pettis, de 58 años, fue acusado de asesinato en primer grado por matar a su esposa Peggy a través de medicamentos controlados en una cantidad letal colocados en un helado.
De acuerdo con documentos judiciales, el acusado se declaró inocente del cargo en julio de 2019, sin embargo, durante el juicio que inició el pasado 30 de noviembre en el Tribunal Superior del condado de Spokane se hallaron varios indicios que lo señalan como culpable.
Pettis reveló a los fiscales que halló a su esposa boca arriba entre su habitación y el baño alrededor de las 10:30 de la noche; el hombre de avanzada edad argumentó que no se dio cuenta del momento en que cayó su pareja al piso porque estaba durmiendo en el sillón.
A lo largo de la investigación David L. Pettis entregó a la policía una caja con varias pastillas entre ellas hidrocodona y trazodona que solo se venden bajo prescripción médica. En las llamadas reportadas a la oficina del médico forense, el esposo de Peggy reveló que la víctima solía mezclara sus pastillas con alcohol y así lo hizo una noche anterior a su muerte.
Pese a las declaraciones de Pettis, los detectives encontraron que ninguno de los medicamentos podía estar relacionado con la muerte de Peggy, ya que no estaban rotulados con su nombre y el informe de toxicología reveló que su cuerpo tenía múltiples drogas como: hidrocodona, trazodona y Benadryl, pero no alcohol como había declarado su marido.
La hermana de Peggy, quien también era su vecina, reveló a la Oficina del Sheriff del condado de Spokane que creía que su muerte estaba relacionada a un tema financiero por los excesivos gastos de David L. Pettis. Asimismo, señaló que su hermana tomaba ocasionalmente hidrocodona para tratar un dolor de espalda y que no bebía hasta intoxicarse.
En los documentos oficiales también se dice que Pettis reveló que Peggy necesitaba tomar sus medicamentos triturados, mezclados con helado y posteriormente beber alcohol.
A la par de las declaraciones de la hermana de Peggy, los investigadores encontraron que la víctima contrató un seguro de vida valuado en $ 150.000 del que él era el único beneficiario; cuando la policía cuestionó a Pettis sobre su propio seguro de vida, señaló que intentó contratar uno, pero se les negó debido a sus problemas médicos.
La hija de ambos, Elizabeth Culp, dijo sentirse “fatal” por el veredicto: “Me siento peor que antes porque sé que mi papá no la mató y ciertamente no fue premeditado”.
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