Islámico que mantuvo cautivos por 11 horas a rehenes en iglesia judía de Texas había sido investigado por terrorismo en Reino Unido
Malik Faisal Akram, de 44 años y quien residía en Lancashire, Inglaterra, fue centro de una pesquisa de bajo perfil por la agencia doméstica de inteligencia británica conocida como MI5 en la segunda mitad del 2020
El británico que mantuvo como rehenes a cuatro personas en una sinagoga de Texas este sábado estuvo bajo el radar de las agencias de inteligencia en Reino Unido antes de que viajara a Estados Unidos el mes pasado.
Malik Faisal Akram, de 44 años, fue investigado por sospechas de terrorismo, pero su caso ya estaba cerrado para cuando este se trasladó a EE.UU.
Una fuente de seguridad británica dijo a NBC que las sospechas contra Akram quedaron atrás, ya que la información no cumplía con los requisitos para proceder a otras fases de la investigación.
Akram, quien residía en Lancashire al noroeste de Inglaterra, fue centro de una pesquisa de bajo perfil por la agencia doméstica de inteligencia británica conocida como MI5 en la segunda mitad del 2020. Las indagaciones se extendieron por un mes con base en información de que podía haber estado involucrado en terrorismo islámico.
Cuando no hubo indicación de una amenaza terrorista real, según indicó la fuente, el caso de Akram se sumó a, aproximadamente, otros 40,000 de “sujetos de interés” que fueron cerrados en Reino Unido.
El Ministerio del Interior del Reino Unido no ha reaccionado a esta información.
Akram, quien además tenía historial de problemas mentales, fue identificado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como el pistolero que mantuvo en vilo por 11 horas a miembros de Congregation Beth Israel. El incidente culminó con la huída de los cuatro rehenes de la iglesia antes de que el sospechoso fuera asesinado por agentes federales que se personaron a la escena en Colleyville.
El rabino Charlie Cytron-Walker confirmó este lunes a “CBS Mornings” que ayudó a los rehenes a escapar luego de lanzarle una silla al intruso.
Según Cytron-Walker, tomó la decisión cuando vio que el atacante no lucía bien y actuaba cada vez más beligerante y amenazante. El religioso agregó que se dejó guiar por un entrenamiento contra tiradores activos que había tomado.