Dos niños estuvieron a punto de morir por inhalación de dióxido de carbono en Indiana mientras sus padres robaban en Walmart

Antonio Kendrell Davis y Brittany Chris Roger fueron acusados de negligencia de un dependiente por dejar a dos menores de edad al interior de un auto inhalando dióxido de carbono

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Dos niños estuvieron a punto de morir en el estacionamiento de un Walmart en Indiana. Crédito: Justin Sullivan | Getty Images

Antonio Kendrell Davis, de 41 años, y Brittany Chris Roger, de 26, de Oklahoma dejaron a sus hijos en el auto con el motor encendido mientras entraban a la tienda Walmart en 4801 W. Clara Lane a robar.

De acuerdo con la policía de Indiana, pasado el mediodía del viernes 4 de febrero recibieron una llamada indicando sobre dos niños que se encontraban al interior de un auto encendido y no respondían.

El medio NBC indicó que cuando los policías llegaron al lugar de los hechos encontraron a dos niños, de 8 y 2 años, al interior del vehículo; uno de ellos no respondía y el otro fue llevado al interior de la tienda para recibir ayuda.

Más tarde ambos niños fueron llevados al UI Health Ball Memorial Hospital para ser atendidos por el cuerpo médico, sin embargo, necesitaron ser trasladados a un hospital de Indianápolis donde son reportados como graves, pero estables.

La cadena de suministros, Walmart, indicó que los padres de los niños habían estado robando al interior de la tienda mientras los menores de edad eran envenenados lentamente.

Tras los hechos, los investigadores descubrieron que el sistema de escape del automóvil de Antonio Kendrell Davis y Brittany Chris Roger no funcionaba correctamente y llenó el interior del vehículo con dióxido de carbono a un nivel peligrosamente alto y con una amenaza significativa en la salud.

Asimismo, indicaron que uno de los padres, propietario del automóvil, sabía que el vehículo tenía un problema en el escape y aún así puso en peligro la vida de sus hijos.

La pareja fue arrestada y acusada de negligencia de un dependiente que es catalogado como un delito grave nivel 6 y que es castigado con dos años de prisión y una multa de $10,000; además, se les ha acusado también de robo.

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