Supuesto plan de la Gobernadora para modificar la Reforma de la Ley de Fianzas avizora una tormenta política en NY

Todos los delitos contra pasajeros del Subway estarían sujetos a fianzas

Kathy Hochul

Las ideas de reversión hasta ahora no oficializadas por la mandataria estatal impactaría a 10 puntos en la administración de la justicia penal. Crédito: Bryan R. Smith | AFP / Getty Images

De acuerdo con algunas versiones periodísticas que trascendieron este jueves la gobernadora Kathy Hochul apoyará un paquete de seguridad pública que incluye que más delitos sean elegibles para fianza en Nueva York, lo cual pondría un pie en grandes modificaciones en la controvertida Ley de Fianzas vigente desde 2020.

Un plan de 10 puntos, dado a conocer por el diario New York Post, incluye “una medida que daría a los jueces más discreción para ordenar la libertad bajo fianza y detener a los acusados ​​por una serie de delitos adicionales, en función de sus antecedentes penales, incluidos los reincidentes”.

Esto significa, que delitos que actualmente no están sujetos a arresto, la policía tendría la capacidad, aunque no el requisito, de negar una multa de comparecencia en el escritorio (DAT) y arrestar a una persona que haya recibido previamente una DAT, dentro de un lapso de 18 meses. 

“Todas las segundas ofensas dentro de un cierto período de tiempo, serán elegibles para fianza”, especifica un memorando de Hochul, comentado por el diario neoyorquino.

Este sería un punto de la negociación de la mandataria con la Asamblea Estatal en el presupuesto estatal de $216 mil millones que debe aprobarse a más tardar el próximo 1 de abril. 

Cambios en el delito de posesión de armas

En función a lo publicado por el Post, que no fue confirmado de manera independiente por El Diario, los delitos contra los pasajeros del Subway y los empleados de tránsito, también estarán sujetos a fianza, según el documento. 

Más delitos con armas de fuego también serían elegibles para las fianzas. Además los jueces podrán basar sus penalidades con base a antecedentes de posesión de armas de fuego.

En este momento, alguien debe estar en posesión de 10 armas para acusarlo de un delito grave de clase B. Además, cinco armas deben estar involucradas para que alguien sea acusado de un delito grave de clase C. Pero el plan reduciría estos umbrales a tres y dos armas dentro de un período de un año.

La controversia que está por venir

Ya el solo asomo de una modificación de la Reforma de la Ley de Fianzas generó aplausos, pero también manifestaciones de mucho repudio.

Uno de lo primeros en reaccionar este jueves fue el alcalde Eric Adams, uno de los promotores más activos de estas revisiones a la justicia penal, quien ofreció un comunicado: “Esta propuesta implica pasos significativos, que he defendido, que harían de Nueva York un lugar más seguro, sin deshacer reformas importantes. Esto debe discutirse al más alto nivel en Albany”.

Como era predecible casi de inmediato organizaciones de derechos civiles que lucharon por estos cambios en la aplicación de la justicia penal ya elevaron sus voces de rechazo.

En esta dirección, Marie Ndiaye del proyecto de descarcelación de la Sociedad de Ayuda Legal (Legal Aid) defendió que tal como está puesta en práctica la reforma de las fianzas “ha tenido un gran éxito”.

 “La Legislatura debe rechazar por completo cualquier reversión de esta conquista, que solo aumentaría la población carcelaria, lo que afectará de manera desproporcionada a los neoyorquinos negros e hispanos”, aseveró la activista.

También el líder republicano del Senado del Estado de Nueva York, Rob Ortt, reaccionó advirtiendo que estos cambios se habían demorado mucho.

“Desafortunadamente, lograr cambios serios al desastre de la reforma de fianza requiere que los Demócratas de la Asamblea y el Senado, hagan lo mismo. Hasta que eso suceda, seguiremos viendo más violencia, más tiroteos y más neoyorquinos inocentes en manos de a delincuencia”, sentenció.

El plan de reversión de la reforma de la fianza fue calificado por la senadora de Queens, Jessica Ramos, como una respuesta política “reactiva e instintiva”.

“Una lectura cínica de este momento, podría llevar a creer que la gobernadora tiene la intención de utilizar el alarmismo sobre los retrocesos en la reforma de las fianzas, como moneda de cambio en las negociaciones presupuestarias finales”, reaccionó.

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