¿Por qué Rusia tiene un gran búnker en El Bronx, Nueva York? El misterio se reaviva tras la invasión a Ucrania y las tensiones con EE.UU.

Un edificio residencial en Riverdale levanta desde años sospechas entre los vecinos de El Bronx: es el hogar oficial de cientos de diplomáticos y funcionarios rusos ante la ONU. Ahora el tema cobra de nuevo vigencia por las tensiones con EE.UU. tras la sangrienta invasión de Putin a Ucrania

El misterioso edificio ruso en 225th St, El Bronx, NYC.

El misterioso edificio ruso en 225th St, El Bronx, NYC. Crédito: GOOGLE MAPS

Un edificio residencial blanco en Riverdale levanta desde años sospechas entre los vecinos de El Bronx, condado en la llamada “capital del mundo”, Nueva York.

La torre de 20 pisos en 355 West 255th St. es el hogar oficial de cientos de diplomáticos y funcionarios administrativos que trabajan para la Misión Permanente de la Federación de Rusia ante las Naciones Unidas (ONU) y el Consulado de ese país en Manhattan.

El edificio prefabricado fue construido por la entonces Unión Soviética (URSS) en 1974. Incluye instalaciones deportivas y una escuela para niños rusos. Todo rodeado por afiladas rejas de seguridad. Al otro lado de la calle se encuentra una discreta casa de dos pisos que algunos creen funciona como un puesto de mando del FBI, comentó New York Post en 2018.

“Cuando tengo las ventanas abiertas, siento que Big Brother me está mirando”, dijo entonces un residente de 57 años. “También es una monstruosidad real y arruina nuestra vista”.

En plena Guerra Fría, EE.UU. y la URSS tenían tensas y escasas relaciones. Pero por ser el gigante soviético un país miembro de la ONU su Consejo de Seguridad, Nueva York debía hacer una excepción. Los constructores y todos los materiales fueron importados de Rusia a El Bronx para minimizar el riesgo de que la inteligencia estadounidense pudiera colocar dispositivos de escucha o sabotear la construcción.

Aunque es un misterio lo que sucede en un lugar al que muchos residentes locales se refieren simplemente como “el complejo”, la mayoría asume que algunos de sus vecinos rusos son espías, citando varios casos a lo largo de la historia, como la investigación en 2017 del ex director del FBI Robert Mueller sobre la supuesta intromisión del presidente Vladimir Putin en las presidenciales estadounidenses de 2016.

En marzo de 2018 el entonces gobierno de Donald Trump expulsó a 60 rusos en represalia por el envenenamiento de un ex espía de ese país en Gran Bretaña. Doce de aquellos forzados a dejar EE.UU. vivían en Nueva York. 

Previamente, en diciembre de 2016 el presidente Barack Obama expulsó a 35 supuestos espías rusos en represalia por lo que las agencias estadounidenses dijeron que había sido la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales del mes anterior. En octubre de 2021, agentes federales allanaron dos casas -una mansión en Washington y una residencia histórica en NYC-, ambas vinculadas al oligarca ruso Oleg Deripaska, ligado a Trump y Putin, y mencionado en el informe del fiscal especial Mueller.

Ahora, tras la invasión rusa a Ucrania a punto de cumplir un mes, las tensiones entre Moscú y la Casa Blanca están de nuevo en su apogeo, con el presidente Joe Biden llamando a Putin “criminal de guerra” y “dictador asesino”.

“Nadie sabe qué sucede allí”

Vecina de “el complejo” residencial diplomático de Rusia en El Bronx (NYC)

Muchos creen que El Bronx ha sido durante mucho tiempo el epicentro de la intriga y el espionaje rusos. El desertor Arkady Shevchenko, ex asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores soviético que vivió en “el complejo” antes de desertar a EE.UU. en 1978, señaló en su libro “Breaking with Moscow” (Rompiendo con Moscú) que “el edificio de apartamentos en Riverdale y la misión (están) llenos de antenas para escuchar las conversaciones estadounidenses”.

“Las únicas personas a las que se les ha permitido ingresar son la policía, los bomberos y los recolectores de basura”, comentó en 2018 Beth Zakar, una diseñadora de joyas que vive al otro lado de la calle del complejo diplomático ruso.

En 2015 el FBI arrestó a Evgeny Buryakov, un ruso que vivía a unas cuadras de la torre rusa en Riverdale. Fue acusado de tratar de reclutar estadounidenses comunes para ayudarlo a conducir espionaje. Se comunicaba con el “centro de Moscú” a través de los códigos de “una oficina segura” en Manhattan, según documentos judiciales.

Buryakov, cuyo nombre en clave era “Zhenya”, formaba parte de un trío de élite de agentes de alto nivel con sede en Nueva York. Fue deportado después de declararse culpable de trabajar como agente secreto en Rusia.

“Nadie sabe qué sucede allí”, afirmó en 2018 Jane Reeder, una psicoterapeuta que ha vivido cerca del complejo ruso durante más de tres décadas. “Pasan junto a ti en la calle y nunca hay un reconocimiento de que eres una persona”.

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