Adriano: el emperador que pudo ser el heredero de Ronaldo pero cayó en drogas y depresión
Adriano Leite estaba encaminado a ser el sucesor de Ronaldo Nazario. Sin embargo, un episodio fatídico lo llevó a consumir drogas y alcohol. Esta semana lo cazaron en estado de ebriedad en las favelas de Brasil
Lo llamaban El Emperador. En su debut europeo le marcó al Real Madrid. Con su potencia, velocidad y técnica se convirtió en uno de los delanteros más temidos del mundo. Incluso, estaba encaminado a ser el sucesor de Ronaldo Nazario. Sin embargo, un episodio fatídico causó el declive de Adriano Leite, al punto de sumergirlo en una depresión que lo llevó a consumir drogas y alcohol.
El brasileño jugaba de lateral izquierdo en sus inicios, hasta que sus cualidades como futbolista causaron que su entrenador reubicara su posición a la de centrodelantero. Ese cambio le dio un ascenso meteórico: tras conseguir el Mundial sub-17 de 1999, en el año 2000 debutó con el primer equipo del Flamengo y con la selección absoluta de su país.
En 2001 dio el salto a Europa con el Inter de Milán. En su primer partido con la camiseta neroazzurra -Trofeo Santiago Bernabéu- enloqueció al Real Madrid con su velocidad y gestos técnicos. De hecho, dejó tendido a Iker Casillas un golazo de falta inolvidable.
2004/05: su mejor campaña
Días después de llevarse la Copa América de 2004 -se consagró como goleador y jugador más valioso- recibió una llamada telefónica que le hizo cambiar su vida: su padre falleció. Más allá de que finalizó la temporada con 28 goles en 42 partidos y se coronó con la Copa Confederaciones de 2005, Adriano naufragó en las drogas y el alcohol para lidiar con la depresión.
“Es algo que te puede cambiar para siempre. Le vi llorar, tiró el teléfono y comenzó a gritar que no era posible. Desde esa llamada no volvió a ser mismo. No le sacamos de la depresión”, llegó a decir Javier Zanetti, quien para ese entonces era capitán del Inter.
Pese a las innumerables oportunidades que el Inter le dio para recuperar su nivel, El Emperador jamás volvió a ser el gran futbolista de antaño. En abril de 2009 anunció su retiro temporal, pero recaló en el Flamengo. En vista de sus problemas de indisciplina se perdió el Mundial de Sudáfrica 2010. Entre Roma, Corinthians y Atlhetico Paranaense solo marcó 4 goles. Hasta se refugió en las Favelas de Río de Janeiro.
Emperador en la depresión
“Después de ese día, mi amor por el fútbol nunca volvió a ser el mismo. Me deprimí mucho, hombre. Empecé a beber mucho. Realmente no quería entrenar. Solo quería ir a casa. A pesar de que marqué muchos goles en la Serie A durante esos pocos años, y aunque la afición realmente me amaba, mi alegría se había ido”, confesó Adriano en un texto publicado por Players Tribune.
En esa misma línea agregó: “Todo había terminado para mí, físicamente. Puedes operarte y rehabilitarlo e intentar seguir adelante, pero nunca volverás a ser el mismo. Mi explosividad se había ido. Se me acabó el equilibrio. Mierda, todavía camino cojeando. Todavía tengo un agujero en el tobillo”.
En 2016, luego de dos años sin jugar, El Emperador fichó y compró el 40% de las acciones del Miami FC -de la cuarta categoría más importante de Estados Unidos- donde solo disputó un partido oficial. A sus 34 años de edad se retiró de forma definitiva, dejando la sensación de que pudo haber sido un delantero histórico; pero sus problemas con la depresión, el alcohol y las drogas lo hundieron antes de tiempo.