En el día de los ‘taxes’ inmigrantes de NY reclaman que pagan impuestos pero no pueden ser ciudadanos
Portavoces de organizaciones comunitarias centran sus esperanzas en que se retome en el Congreso el debate que ofrezca un camino a la ciudadanía a 11 millones de indocumentados
Este lunes venció el plazo para presentar la declaración de impuestos al Servicio de Impuestos Internos (IRS), y esta fecha, que es conocida como el día de los ‘taxes’, fue aprovechada por las organizaciones que defienden a los inmigrantes en Nueva York para volver a hacer un reclamo: cada año millones de indocumentados pagan aproximadamente $79,700 millones en impuestos federales y $41,000 millones en impuestos estatales y locales, pero no tienen a la vista “ninguna luz” que les permita salir de la sombras y contar con algún beneficio estable de seguridad social.
En el cierre de la temporada de “taxes” de este año, los mismos activistas que presionaron, sin mayores resultados, para que se incluyeran en el presupuesto estatal del año fiscal 2023 algunas iniciativas a favor de los inmigrantes, ahora se plantan de nuevo en las calles para “gritar” a la Administración Biden que siga impulsando una reforma migratoria que saque de la ilegalidad a 11 millones de indocumentados en todo el país.
A este grupo se unió la mexicana Dolores Juarez, organizadora de ‘Make the Road NY’ (MRNY), quien comentó que al igual que miles de sus compañeros y paisanos, tiene más de 20 años pagando rigurosamente sus impuestos, aún así, siguen enfrentado grandes barreras para acceder a un seguro médico y otros beneficios que se merece cualquier trabajador que cumple con sus obligaciones.
“Estamos aquí con nuestras carpetas de impuestos. Son grandes aportes a la economía. Fuimos tristemente excluidos del presupuesto estatal y de todos los estímulos federales durante la pandemia. Pero para pagar los impuestos sí existimos. Allí sí contamos. Estamos cansados de ser solo parte de un juego político. Exigimos al presidente Biden que luche por una reforma migratoria en el paquete de reconciliación”, aseveró Dolores en una demostración a las puertas del edificio del IRS en el Bajo Manhattan.
“No vamos a bajar la presión”
En el presupuesto estatal de este año no existieron acuerdos entre la gobernadora Kathy Hochul y la Legislatura Estatal para crear un segundo Fondo de Trabajadores Excluidos y el anteproyecto de Ley de Cobertura Médica para Todos.
“La mayoría de nuestros inmigrantes mantienen a flote esta economía. Somos los trabajadores de la construcción, los jornaleros, la fuerza laboral en todos los servicios y los restaurantes. Pagamos millones y millones en impuestos, pero no tenemos derecho a nada. Ni a un seguro social. Ni a un Medicare. Ni a nada”, destacó la peruana Elsa Samaniego de la coalición Iglesias Unidas por Viviendas Justas (CUFFH).
Para Elsa, quien empuñaba los recibidos de sus pagos de impuestos estatales y federales de este año, es momento de “no bajar la presión”, para que se tome en serio el camino a una reforma migratoria integral que se mantiene estancada en el Congreso.
“Es nuestra responsabilidad seguir pagando debidamente nuestros impuestos. Pero ese acto también nos debe dar derechos a exigir beneficios mínimos. Cuando los políticos aspiran cargos, sí nos ven a la cara. Pero una vez que están en el poder y se sientan en su sillón de oro, ya no le servimos. ¡Exigimos una reforma migratoria ya!”, agregó.
“No votamos, pero nuestros hijos sí”
Antonio Alarcón, portavoz de MTRNY, recordó que Nueva York acaba de aprobar uno de los presupuestos “más excluyentes” en años para con las comunidades de inmigrantes, que precisamente mantuvieron en movimiento al estado durante los meses más duros de la crisis de salud pública causada por la pandemia de COVID-19.
“Se vienen disputas electorales cruciales en los próximos meses. Y aunque obviamente los indocumentados no pueden votar, sí se pueden seguir movilizando”, acotó el activista.
El balance de los portavoces de organizaciones comunitarias como Make the Road NY (MTRNY), New Immigrant Community Empowerment (NICE), Comunidades por un cambio y el sindicato Local 79, que tomaron la entrada del edificio de IRS este lunes, es que aunque el Ejecutivo estatal “le dio la espalda” a los inmigrantes en el recién aprobado presupuesto 2023, quedan otros caminos por recorrer para presionar por una reforma migratoria.
“Queda tiempo para que los congresistas reflexionen. Nosotros no votamos. Pero en la gran mayoría somos gente honesta que ha levantado a su familia en este país y nuestros hijos sí tienen derechos políticos. La mayoría de nosotros ha pagado puntualmente sus impuestos, sin trampas”, reflexionó el colombiano Horacio Jaramillo, uno de los centenares de inmigrantes que aguarda desde hace 25 años por noticias de cambios de políticas migratorias.
Una reforma atascada
En el presupuesto del año fiscal 2023 en Nueva York aprobado la primera semana de abril, se elevó a $220,000 millones de dólares y programas como el seguro de salud para todos y la ayuda de cuidado infantil, sin importar el estatus migratorio, al igual que los $3,000 millones adicionales para reactivar el Fondo de Trabajadores Excluídos para otorgar ayudas de desempleo a inmigrantes afectados por la pandemia del COVID-19, no fueron incluidos.
Sin embargo, la gobernadora Hochul calificó este plan de gastos e inversiones como “equilibrado porque combina una visión audaz con un enfoque fiscalmente responsable, poniendo más dinero en los bolsillos de la gente”.
El nuevo presupuesto incluyó más recursos para los planes de ayuda jurídica a los inmigrantes, un programa de servicios médicos para mayores de 65 años y madres de recién nacidos, que de acuerdo con la interpretación de los líderes comunitarios deja por fuera a la amplia mayoría de los más de 150,000 inmigrantes sin papeles de Nueva York que se estima no tienen cobertura de salud.
“Ahora solo nos queda seguir luchando. El Presidente cumplió su promesa y presentó una propuesta concreta. Pero ahora debemos llamar la atención a los congresistas”, dijo Jaramillo.
En efecto, el presidente Joe Biden pidió al Congreso en su discurso sobre el Estado de Unión el pasado marzo que apruebe “de una vez por todas” una reforma migratoria que incluya una vía a la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.
Pero esta posibilidad sigue atascada en el Senado, al tiempo que se acercan las elecciones de medio término en noviembre cuando los electores acudan a las urnas para renovar la Cámara de Representantes y un tercio de la Cámara Alta.