Trader Joe’s deberá pagar $44,000 por demanda de empleado

Una tienda Trader Joe’s en Washington tiene que pagar más de $44,000 a empleados actuales y anteriores luego de que se dio a conocer que la compañía estaba violando una ley que regula la programación de horarios de los trabajadores.

Como en muchos supermercados y cadenas de comida rápida, los horarios de trabajo, así como los descansos, suelen ser rotativos. Los empleados deben conocer con anticipación cómo será la programación para así planificar su vida familiar, social, entre otras actividades.

Sin embargo, la ubicación de Trader Joe’s en Seattle, Washington no habría cumplido con informar a tiempo a los empleados la programación de sus horarios entre mayo y octubre de 2021.

Ante los problemas con su programación, los empleados buscaron ayuda Oficina de Normas Laborales de Seattle y la cadena de supermercados enfrentó acusaciones de no publicar los horarios de trabajo como marca la ley.

Trader Joe’s violó la ley de programación de Seattle para empleados, según informes de Seattle Times. “La ley de programación segura requiere que las grandes empresas minoristas y de servicios de alimentos publiquen los horarios de trabajo de los empleados por hora con al menos 14 días de anticipación y paguen extra a los empleados cuando la empresa cambie su horario después de que se haya publicado”, explica el medio.

Trader Joe’s pagará $44,528 a 129 empleados, una multa de $575 a la ciudad, recibirá capacitación sobre estándares laborales y distribuirá una política de programación a los empleados, según el acuerdo.

Esta no es la primera vez que empleados de Trader Joe’s lanza acusaciones a la cadena. En 2016, un antiguo empleado de una tienda Trader Joe’s de Manhattan demandó a la cadena señalando “prácticas laborales injustas”.

Thomas Nagle, habría sido despedido por tener una sonrisa que no era lo suficientemente “genuina” para satisfacer a sus jefes, publica Thrillist.

Nagle contó al The New York Times que a él y a sus compañeros de trabajo a menudo se les prohibía hablar entre ellos durante los turnos.

Nagle también señaló que una vez fue reprendido por devolver una sudadera a su casillero después de terminar un trabajo en el congelador, el gerente le dijo no había ningún producto para trabajar en el vestuario.

Un compañero de Nagle también fue reprendido por beber agua mientras trabajaba en la caja registradora.

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