Asegura tener una relación con un avión y tener relaciones con su réplica
Una joven alemana de 23 años asegura haber construido un vínculo muy especial con un avión al que llamó "Dicki" e incluso, asegura tener grandes experiencias íntimas con una de sus réplicas
La chica asegura que sus relaciones con humanos nunca la han complacido tanto como esta con el avión. Crédito: Pixabay
Una joven mujer alemana de 23 años llamada Sara Rodo se ha convertido en noticia luego de hablar públicamente acerca de la relación sentimental que afirma tener, nada más y nada menos que con un avión, e incluso asegura tener relaciones íntimas con una de sus réplicas.
Rodo, quien pertenece a un grupo social llamado “Objectum Sexual”, en donde se encuentran las personas que afirman sentirse atraídas por objetos inanimados, indica que es tal el amor que siente por dicho avión de pasajeros a tal grado que se refiere a él como “su novio”.
La joven también indicó que ha tenido relaciones sentimentales con otras personas; sin embargo, aseguró que nunca se había sentido tan “completa” que con su pareja inanimada. Incluso tiene 50 réplicas de modelos que duermen en su cama y con algunas de ellas lleva a cabo prácticas sexuales. Está tan enamorada que viaja regularmente en avión para poder estar cerca de su pareja.
A Sarah le encanta pasar su tiempo libre observando aviones, tiene 2 tatuajes de su “novio” en el brazo y sueña con casarse con el Boeing 737 llamado “Dicki”.
“Me he sentido atraída por los objetos desde que era adolescente; lo noté por primera vez cuando tenía 14 años. Antes del avión, estaba en el ICE 3, que es un tren expreso. También tuve dos relaciones con hombres porque no estaba segura de cuál era mi verdadera sexualidad, pero pronto me di cuenta de que no puedo sentir estas cosas románticas por las personas. Ahora sé que mi sexualidad es objetofilia y me mantengo al margen eso”, comentó Sara.
La joven explica que en sus relaciones con otras personas notó que sentía rechazo a la intimidad o el contacto físico, algo que disfruta mucho cuando se trata de objetos.
“Mi avión se llama ‘Dicki’ y ocupa casi toda mi cama. Me encanta todo de él, pero especialmente su rostro, sus alas y su motor, son tan sexys para mí. ¡Es el mejor sexo que he tenido!”, resaltó.
Cuando Sara vio por primera vez a su amante, se enamoró instantáneamente y ahora toma vuelos regulares por Europa para ver tanto de “Dicki” como sea posible.
“Sentí amor de inmediato y solo quiero estar con él todo el tiempo; me hace la persona más feliz”. También vuelo muy a menudo para simplemente sentirlo y escucharlo… Cuando estoy con mi 737, estoy en la luna. Lo amo increíblemente, me siento segura con él y quiero pasar todo mi tiempo con él. Trato de volar con la mayor frecuencia posible e ir a buscar aviones en el aeropuerto. Llevo un modelo pequeño conmigo cuando salgo de casa para sentir que siempre estoy con él”, agregó.
Aunque algunas personas no entiendan su peculiar amor, dice que tiene el apoyo de sus amigos más cercanos, quienes la aceptan a ella y a su pareja tal cual son.
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