Inflación: Uber y Lyft enfrentan menos viajes, tarifas más altas y escasez de conductores en EE.UU.
Nunca como hoy las empresas debieron adaptarse y enfrentar cambios tan drásticos en breves periodos de tiempo, como Uber y Lyft que hoy luchan ante nuevos desafíos luego de enfrentar la pandemia
Uber y Lyft están enfrentando la presión de los inversionistas para controlar las fuertes pérdidas, pues los pasajeros están haciendo menos viajes a medida que aumentan las tarifas y los conductores se mantienen escasos, dio a conocer Dow Jones.
La tarifa promedio de Uber y Lyft alcanzó un récord en Estados Unidos justificada por la escasez de mano de obra y los altos precios de la gasolina. Ambas compañías atrajeron al menos 20% menos de pasajeros y registraron 35% menos de viajes en el primer trimestre que tres años antes, según datos de YipitData.
Las compañías esperaban mejores tiempos en lo que respecta a la escasez de mano de obra, pues pensaron que se normalizaría luego de que se eliminaran los beneficios de desempleo, pero la demanda de conductores sigue siendo mayor a la oferta.
Con este panorama los analistas e inversionistas se preguntan qué tan grande es el mercado de transporte y si Uber y Lyft pueden operar sin perder dinero.
“Nuestro plan de acción a corto plazo se centrará en acelerar las ganancias, nos guste o no, ese es el boleto de entrada en el mercado actual”, escribió el presidente de Lyft, John Zimmer, en un memorando al que Dow Jones tuvo acceso.
Mientras que Andrew Macdonald, jefe de movilidad global de Uber ha señalado que: “Es de nuestro interés hacer que Uber sea lo más asequible y disponible posible”.
Las acciones de Lyft se han desplomado más de 65% en el último año y las de Uber más de 50%, cuando el índice Nasdaq Composite ha caído menos de 20%.
Ambas firmas están tratando de encontrar un equilibrio que genere ganancias a la vez que logre aumentar su base de clientes siendo asequibles en los precios.
Las compañías están recuperando el transporte compartido, que se suspendió durante la crisis sanitaria, con pasajeros que desean ahorrar dinero pagando sólo una parte de la tarifa para defenderse de la inflación.
Uber ha unido fuerzas con sus alguna vez enemigos los taxis para contar con el suficiente número de operadores, y Lyft dijo que entregaría bonos más grandes a los conductores, tratando de reducir los costos al restringir la contratación y el gasto.
Por años estas plataformas subsidiaron los precios de los viajes y asumieron fuertes pérdidas, pero las ayudaron a presumir millones de pasajeros.
Las tarifas promedio de Estados Unidos alcanzaron un nuevo máximo en abril, más de 35% de donde estaban antes de la pandemia y aunque esperan que retrocedan, saben que las ganancias probablemente no volverán a los niveles anteriores a la pandemia.
Lyft reportó unos tres millones de pasajeros menos en el primer trimestre, una caída de 13% con respecto a tres años antes. Y Uber reportó al menos 20% menos de viajes en EE.UU. en el mismo periodo, aunque dijo que el número de pasajeros en abril estaba cerca de los niveles prepandémicos.
Ambas compañías están apostando hoy a que los viajes combinados traerán de vuelta a los clientes conscientes de los costos. Por otra parte, intentan aumentar su grupo de conductores y reducir los costos, con precios de gasolina al alza que se mantendrán así por lo menos unos meses.
El panorama parece difícil, pero ambas firmas desde sus inicios han tenido que recurrir a la inventiva para sortear los desafíos del mercado cambiante.
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