¿Qué pasaría con la Tierra si la Luna desapareciera?
Es de conocimiento común que la atracción gravitacional de la Luna tiene un tremendo impacto en las mareas, pero... ¿qué le pasaría a la Tierra si el satélite natural desapareciera un día?
¿Qué pasaría si la Luna desapareciera repentinamente? Crédito: Spirit111 | Pixabay
El origen de la Tierra y la Luna se puede encontrar en la colisión con un objeto inmenso que golpeó la prototierra hace miles de millones de años durante un tiempo en que el sistema solar era un caos.
La Luna nació de un trozo de nuestro planeta primitivo y, desde entonces, junto con la Tierra han sido inseparables. Pero… ¿qué pasaría si la Luna desapareciera repentinamente?
Además de hacer que nuestras noches sean mucho más oscuras, la pérdida del satélite natural desencadenaría alteraciones catastróficas en el clima de la Tierra y nuestra vida silvestre, por nombrar algunas.
¿Qué pasaría en la Tierra si la Luna desapareciera?
Es de conocimiento común que la atracción gravitacional de la Luna tiene un tremendo impacto en las mareas. La fuerza de marea ejercida por la luna hace que la Tierra, y en particular su agua, sobresalga en el lado más cercano a la Luna y en el lado más alejado de ella. Los bultos de agua son las mareas altas, mientras que el agua fuera de los dos bultos experimenta una marea baja.
Sin la luna, las mareas serían mucho más débiles, entre un 50% y un 75% más bajas de lo que son hoy, dejando solo la gravedad del Sol para hacer todo el trabajo pesado.
Si bien las mareas aún estarían presentes sin la Luna, serían mucho más débiles, lo que daría como resultado una circulación de material mucho más lenta alrededor de las costas del mundo. Animales como cangrejos, mejillones, estrellas de mar y caracoles dependen en gran medida de las mareas para su supervivencia.
Por ejemplo, cada noviembre, las colonias de coral en la Gran Barrera de Coral pasan por un gran desove, liberando millones de sacos de óvulos y espermatozoides con solo unos minutos de diferencia. Este notable evento está sincronizado con la luna llena, y algunos científicos parecen estar seguros de que la luz de la luna juega un papel crucial, aunque aún no se ha descubierto el mecanismo exacto.
Además, los movimientos de las mareas juegan un papel importante en el clima de la Tierra, ya que impulsan la corriente, que a su vez distribuye agua caliente por todo el mundo. Sin mareas, las temperaturas regionales podrían ser más extremas, tanto frías como cálidas, y el clima anormal como los huracanes sería mucho más común.
El clima es un sistema complejo con muchas partes interdependientes, por lo que predecir lo que sucedería sin un factor importante como las mareas es un desafío, pero seguro que no sería bonito.
Más daños por la “desaparición” de la Luna
No son solo los ecosistemas costeros los que tendrían mucho que sufrir debido a esta unión rota. La luna refleja solo entre el 3% y el 12% de la luz solar que le llega, pero eso es suficiente para que las cosas sean, al menos, parcialmente visibles durante la noche.
Sin la luna, estaría más oscuro que durante la luna nueva y muchos animales nocturnos, como los búhos y los leones, estarían seriamente confundidos; algunos se extinguirían bastante rápido, al no poder adquirir comida.
Sin embargo, también habría algunos ganadores. Los roedores, por ejemplo, tienden a encogerse más cuando la luz de la luna está cerca de su punto máximo, por lo que se adaptarían bien a un mundo sin luna.
Muchos otros animales, independientemente de si son nocturnos o no, dependen de las señales lunares para reproducirse. Estos incluyen cambios en la intensidad de la luz, el geomagnetismo y la gravedad. Por ejemplo, dos veces al mes desde marzo hasta agosto, miles de grunions plateados se lanzan a la orilla para aparearse.
Durante miles de millones de años, la Luna ha tenido una inmensa influencia en la Tierra y, en consecuencia, en la vida. Por ejemplo, al principio de su historia, la Tierra completó una rotación alrededor de su eje cada cuatro horas, pero esto se redujo gradualmente a 24 horas a medida que la Luna absorbía la energía del impulso giratorio de la Tierra.
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