Liz Cheney desafiaría a Trump

Quiere frenar la intención del expresidente Donald Trump de volver a la casa Blanca en 2024

Liz Cheney

Cheney conforma el comité que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Crédito: Drew Angerer | Getty Images

Los políticos caen de pie, o parados como decía mi abuelita. Por eso no me sorprende que la ahora derrotada representante a la Cámara por el estado Wyoming, Liz Cheney, enrumbe las velas hacia un puerto que la lleve a ser la candidata de los republicanos a la presidencia de los Estados Unidos, para tratar de frenar la intención del expresidente Donald Trump de volver a la casa Blanca en 2024.

La delfina, hija del exvicepresidente Dick Cheney, dice que considera esa candidatura, tras la sonora derrota de la única curul del estado en el Congreso por más de 35 puntos. Ese fue el resultado de las elecciones primarias del partido del estado en las que ganó la favorita de Trump, Harriet Hageman, para ser la aspirante de los Republicanos al congreso en los comicios del 8 de noviembre.

Irónicamente los buenos resultados de los candidatos republicanos en los comicios de varios estados pronosticaban buenas posibilidades para que Trump cumpliera la promesa que hizo el 6 de enero del 2021, justo antes de la toma del Capitolio en la capital de la nación, y regresar triunfante para enfrentar al candidato de los Demócratas.

¡Pero no tan rápido!, porque mientras Trump le vaticina el “olvido político” a su rival, Cheney dice que la “labor está lejos de terminar” y es posible que se juegue sus restos electorales compitiendo en las primarias con el exjefe de estado.

La cosa no está tan clara, pues esta semana Trump vivió un verdadero terremoto político y legal con investigaciones que lo pueden poner contra la pared, si la fiscalía logra involucrarlo.

Nos referimos al testimonio del exalcalde neoyorquino Rudy Giuliani en un tribunal de Atlanta, Georgia, sobre las elecciones del 2020 cuando Trump pedía que le encontraran los votos que le faltaron para ganar la presidencia a Joe Biden. 

Además, el FBI allanó su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, y analiza los documentos fiscales que podrían dejarlo mal parado. Pero la verdadera piedra en el zapato para Trump está en el acuerdo sobre una condena de culpabilidad que el juez de ascendencia hispana, Juan Merchán dictaminó contra Allen Weisselberg, jefe de finanzas de la organización de Trump y su familia por supuesta evasión de impuestos.

Y ahí entra la fiscal Letitia James, a quien le tocaría probar que Trump sí sabía, para que no diga que ese elefante entró a sus espaldas.

El asunto es que si al final no hay juicio a Trump, sus seguidores le perdonarían esta evasión de impuestos y en ese caso también… ¿caería de pie?  

Sofía Villa es autora y escribe esta columna a título personal. Trabaja como Producer Writer en NY y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Communications Inc.

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