Por qué no han habido grandes huracanes en este mes de agosto
Un experto en meteorología ha explicado los motivos por los que esta temporada de huracanes de 2022 ha tenido un inicio un tanto atípico e inesperado con base en los proyectado
Se espera que en próximos días se forme el primer huracán de relevancia de 2022. Crédito: Shutterstock
Aunque oficialmente la temporada de huracanes en Estados Unidos inició desde hace ya varias semanas, sorprendentemente ha sido sumamente tranquila e incluso, en todo agosto no se ha registrado alguno de consideración.
Pese a que al principio de la temporada de huracanes hubo 3 tormentas, no ha habido alguna otra más a la que se le haya dado nombre desde el 3 de julio.
Este fenómeno no se había visto desde 1997, año en el que tampoco hubo alguna tormenta con nombre que se haya formado en el Atlántico durante el mes de agosto, y también sucedió lo mismo en 1961. En 1997 solo hubo 7 tormentas con nombre y ninguna fue muy significativa. Mientras que en 1961 fue muy activo septiembre y octubre.
Sin embargo, no hay qué confiarse, ya que aunque el inicio de la temporada de huracanes haya sido tranquila, no significa que permanecerá así hasta el final.
2 razones por las que no han habido huracanes en este agosto
Los expertos en clima han indicado que la situación podría comenzar a cambiar a partir de la siguiente semana pues se está incrementando el oleaje en el Atlántico y podría haber mayor actividad en los trópicos también en los próximos días.
El DR. Philip Klotzbach, experto en meteorología, en entrevista para CNN ha explicado los motivos por los que en este 2022, la temporada de huracanes ha estado un tanto inactiva en el octavo mes del año.
La primera es por el aire seco procedente de África.
“Este aire seco suprime la actividad de las tormentas, lo que es necesario para que los complejos de tormentas que salen de África prosperen y se conviertan en huracanes. El aire seco es bastante común en el Atlántico tropical a estas alturas de la temporada”, explicó Klotzbach.
Muchas veces, los brotes de aire seco están asociados al polvo sahariano del que se oye hablar bastante en esta época del año. El aire seco transporta el polvo a través del Atlántico y puede llegar a EE.UU.
“Por lo general, cuando llegamos a mediados de agosto, los fuertes brotes de polvo (y el aire seco asociado) tienden a remitir, y el Atlántico tropical se vuelve más propicio para la formación de huracanes“, añadió Klotzbach.
El segundo punto del por qué creemos que ha sido una temporada de huracanes atípica es porque el concepto de “normal” ha cambiado considerablemente en los últimos años.
2020 y 2021 fueron años con temporadas de huracanes sumamente activas; en el primero hubo alrededor de 30 tormentas con nombre mientras que el año pasado, se agotaron todos los nombres asignados, marcándose así como la sexta temporada consecutiva de huracanes “por encima de lo normal”.
Por eso no es extraño que algunos comiencen a preguntarse por qué no ha sucedido algo similar en este 2022.
Klotzbach explicó que, si bien los fenómenos meteorológicos El Niño y La Niña son grandes impulsores estacionales de cómo debería desarrollarse la temporada, hay otros fenómenos que impulsan la variabilidad a más corto plazo.
“El primer huracán del Atlántico se forma, en promedio, por el 11 de agosto e históricamente, el 90% de los huracanes importantes se forman después del 20 de agosto”, declaró Klotzbach.
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