Kyrgios destrona a Medvedev y va a por todo en el US Open
El actual campeón, Daniil Medvedev, dejará de ser número del 1 del mundo tras la derrota ante el mejor Nick Kyrgios
QUEENS, NY – Más allá de su carácter díscolo, de sus protestas, de su estilo heterodoxo, Nick Kyrgios tiene mucho tenis, muchísimo. El chico terrible del circuito eliminó con solvencia al actual campeón del US Open Daniil Medvedev por 7-6(11), 3-6, 6-3 y 6-1 para alcanzar los cuartos de final del torneo. Por momentos, Kyrgios destrozó al número 1 del mundo, que con la derrota perderá esa posición privilegiada del ranking el 12 de septiembre.
“Estoy muy contento de poder mostrar a Nueva York mi tenis. Otro años no había jugado a buen nivel aquí. ¡Me ha tomado 27 años!”
Nick Kyrgios tras el partido
El estadio Arthur Ashe vivió la noche del domingo uno de los partidos de más calidad en el cuadro masculino en lo que va de US Open. Se enfrentaron dos estilos de juego y dos grandes jugadores, pero uno de ellos está en el mejor estado de forma de su carrera, el australiano de 27 años, que es el tenista que más partidos ha ganado desde junio, 26.
Con un juego muy variado –múltiples aces (21 en total por 22 de Medvedev), dejadas inverosímiles y constantes subidas a la red con su servicio– y con su constante hablar –al árbitro, a su box, a sí mismo–, Kyrgios divirtió a los 23,859 espectadores que llenaron el estadio de tenis más grande del mundo.
“Daniil es un gran jugador, vigente campeón, con mucha presión sobre sus hombros. Pero yo he estado jugando increíble los dos últimos meses. Y qué lugar para hacerlo, aquí en Nueva York”, dijo el vencedor sobre la pista al finalizar el partido.
En rueda de prensa posterior, Medvedev comentó que estaba “enfermo” por culpa del aire acondicionado en el vestuario, algo que le suele pasar cada verano en la gira de Norteamérica, dijo. Pero reconoció el alto nivel de su rival: “Nick jugó a un nivel muy alto. Si sigue jugando así, tiene todas las opciones en este torneo”.
Es la cuarta victoria de Kyrgios sobre Medvedev en los cinco partidos que han jugado como profesionales. Curiosamente, aunque sólo es el número 25 del ranking mundial, el australiano tiene un récord favorable 15-11 ante los tenistas que ahora mismo ocupan el Top 5. Desde ya es favorito para alcanzar la final del US Open.
“Aquí en Nueva York hay muchas celebridades y gente importante. Quiero demostrar que puedo jugar y ganar partidos importantes”, dijo Kyrgios, que fue número 1 del mundo junior. “Los primeros seis o siete años de mi carrera lo he pasado mal. Estoy contento conmigo mismo, honestamente, porque no ha sido fácil lidiar con las críticas”.
El show Kyrgios no defraudó
Kyrgios arrancó el partido muy agresivo, pero Mevdeved logró frenar el empuje gracias a su primer saque. Un break temprano del australiano fue contestado de inmediato por el ruso. El parcial se decidió en un igualadísimo tie-break, en el que ambos tuvieron bolas de set y que permitió ver puntos espectaculares, como dejadas imposibles de Kyrgios, quien acabó llevándose el parcial.
La ventaja inicial, más que darle fuerza al australiano, pareció relajarle, para mal. El segundo set arrancó con Medvedev dominante, rompiendo el saque de Kyrgios a la primera oportunidad, quien cometió 13 errores no forzados en el parcial. Cuanto peor jugaba, más hablaba consigo mismo y se quejaba a la juez de silla.
Pero Kyrgios se recompuso, y de qué manera. Dominó el tercer set con su saque y atacando la red con su volea. Y logró un break temprano en el cuarto parcial. Ni siquiera un “warning” por gritar una obscenidad le sacó del partido. Tampoco un extraño punto que tenía ganado, cuando una bola alta de Medvedev ni siquiera pasaba la red, pero que Kyrgios, bromeando, decidió golpear cruzando al otro lado de la red. El reglamento no entiende de chistes y el australiano perdió el punto. Pero eso tampoco le descompuso y continuó desplegando un juego brillante ante un cada vez más apagado Medvedev, quien ya tiene su “bestia negra”.
Kyrgios se enfrentará el martes en cuartos de final, instancia a la que nunca había llegado antes en el US Open, al ruso Karen Khachanov, número 31 del mundo.
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